Un hombre de Boston que murió de cáncer en mayo de este año y fue recordado con cariño por su familia y amigos, en realidad estuvo prófugo durante más de cinco décadas después de robar un banco en 1969.
Thomas Randele, de 71 años, cuyo nombre real según las autoridades era Ted Conrad, era un fugitivo buscado en uno de los mayores robos en la historia de Cleaveland, informó Associated Press.
Vivió en Boston durante cinco décadas con un nuevo nombre que creó después de mudarse allí seis meses después del atraco al banco.
Las autoridades dijeron que ni su esposa de más de 40 años y su hija conocían su verdadera identidad y solo se enteraron poco antes de su muerte a través de una confesión en el lecho de muerte.
En julio de 1969, Conrad salió del Society National Bank en Cleaveland con 215.000 dólares de la bóveda del banco.
Luego, Conrad escribió una carta a su entonces novia y cortó el contacto con familiares y amigos.
Cuando el banco notó que faltaba el dinero, Conrad ya estaba en un avión que partía de Cleaveland.
El atraco no llamó la atención ya que tanto Cleaveland como el país estaban enfocados en la histórica misión lunar del Apolo 11.
Los investigadores creen que Conrad se inspiró en la película “The Thomas Crown Affair”.
Terminó en Boston, donde por cierto también se filmó la película, y adoptó una nueva identidad, Thomas Randele, en 1970 después de solicitar un número de seguro social.
En Boston, Conrad, ahora Randele, trabajaba en un club de campo en las afueras de la ciudad. Conoció a su futura esposa Kathy casi al mismo tiempo y la pareja se casó en 1982.
Luego, Randele comenzó a trabajar en el negocio del automóvil, que continuó hasta su jubilación después de casi 40 años.
Randele y su esposa vivieron en un suburbio de Boston la mayor parte de sus vidas y se declararon en bancarrota en 2014.
Los investigadores están tratando de determinar qué sucedió con el dinero robado.
Randele tenía muchos amigos y conocidos que lo recuerdan como un hombre agradable. Uno de sus conocidos a lo largo de los años fue un agente del FBI en Boston.
Jerry Healy describió a Randele como “un alma gentil, ya sabes, muy educada, muy bien hablada”. El Sr. Healy conoció a Randele en un concesionario de Woburn, Massachusetts, donde hablaron a diario durante años.
Sus amigos y conocidos dijeron que es difícil procesar su verdadera identidad.
“La única forma en que tiene sentido es que a esa edad él era solo un niño, y fue una especie de desafío”, dijo Matt Kaplan, quien dirigió dos concesionarios donde Randele trabajó y jugó golf con él durante muchos años.
Sin embargo, el señor Healy dijo: “Sabes, todos los años que conocí a Tommy, nunca lo escuché mencionar a una hermana, una madre, un hermano o un padre”.
El atraco de Randele fue seguido a lo largo de los años por un alguacil adjunto de los Estados Unidos, John Elliott.
Elliott viajó por los Estados Unidos en busca de Conrad. El caso fue entregado a su hijo, Pete Elliott, ahora el principal mariscal de Estados Unidos en Cleveland, después de su retiro.
Los investigadores reconstruyeron el pasado de Randele y en noviembre su familia confirmó su atraco y dijo que les había contado lo que había hecho antes de su muerte.
Según los informes, su esposa se ha negado a conceder entrevistas.
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