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El FBI está tratando el enfrentamiento de rehenes de la semana pasada en una sinagoga en Colleyville, Texas, como un acto de terrorismo contra la comunidad judía.
El agente especial del FBI, Matthew DeSarno, dijo el viernes que el ataque fue cometido por “un terrorista que expuso una cosmovisión antisemita” que “exigió repetidamente a Estados Unidos que liberara a un terrorista condenado de Al-Qaeda”.
Ese fue un cambio con respecto a la afirmación anterior de la agencia de que creía que el atacante, el ciudadano británico Malik Faisal Akram, de 44 años, estaba motivado por un “problema único… no relacionado específicamente con la comunidad judía”.
Los líderes judíos y los políticos estadounidenses criticaron esa declaración, y la senadora republicana Marsha Blackburn acusó al FBI de “fallar a los judíos estadounidenses”.
DeSarno dijo: “Reconocemos que la comunidad judía en particular ha sufrido violencia y enfrenta amenazas muy reales de todo el espectro del odio, desde extremistas violentos domésticos hasta organizaciones terroristas extranjeras. Y debido a eso, el FBI considera que las amenazas permanentes a la comunidad se encuentran entre nuestras prioridades más altas”.
Cuatro personas fueron retenidas como rehenes durante más de 10 horas el 15 de enero en la Congregación Beth Israel en Colleyville, en las afueras de Fort Worth, y Akram exigió la liberación de un prisionero detenido en una base aérea cercana.
Aunque los funcionarios no han nombrado a la prisionera, los informes sugieren que se trataba de Aafia Siddiqui, una neurocientífica pakistaní educada en los Estados Unidos a veces conocida como “Lady Al-Qaeda”, quien fue la primera y única mujer en la lista de “búsqueda de información: terrorismo” del FBI y fue etiquetada como “matar o capturar” por parte de la CIA.
Siddiqui fue acusada por Estados Unidos de ser un agente de Al-Qaeda, pero en realidad nunca fue condenada por delitos de terrorismo, sino que fue condenada por intentar asesinar a las tropas estadounidenses en Afganistán con el terrorismo como factor agravante en su sentencia.
Las autoridades británicas arrestaron a dos hombres en Inglaterra como parte de su investigación. MI5 había marcado previamente a Akram, un padre divorciado de seis hijos de Blackburn, un “tema de interés” antes de decidir que no representaba una amenaza terrorista.
El jueves, el director del FBI, Christopher Wray, abordó las críticas a la agencia y dijo: “Permítanme ser claro y directo, el FBI está y ha estado tratando los eventos del sábado como un acto de terrorismo contra la comunidad judía…
“Esto no fue una ocurrencia aleatoria. Fue intencional; fue simbólico, y no vamos a tolerar el antisemitismo en este país”.
Según uno de los rehenes, el rabino Charlie Cytron-Walker, Akram dejó en claro que apuntó a una sinagoga porque creía que “Estados Unidos haría más por salvar a los judíos que por cualquier otra persona”.
El rabino Cytron-Walker dijo: “Estaba pensando, este tipo realmente cree que los judíos controlan el mundo”.
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