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Un fugitivo malayo apodado “Fat Leonard”, que orquestó una enorme trama de sobornos en la que estaban implicados decenas de oficiales de la Marina estadounidense, ha solicitado asilo en Venezuela, según las autoridades.
El contratista de defensa, cuyo nombre real es Leonard Glenn Francis, fue visto anteriormente en Venezuela por dos periodistas de investigación tras huir de Estados Unidos a principios de este mes.
Posteriormente fue capturado por las autoridades de Venezuela.
Ahora, después de una semana, ha solicitado asilo en el país sudamericano, ha dicho un funcionario de las fuerzas del orden, según The Associated Press.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con la prensa sobre el procedimiento cerrado, no dio más detalles sobre los movimientos del empresario malasio, informó la agencia de noticias.
Sin embargo, el gobierno venezolano estudiará la solicitud de asilo, según la ley.
Francisco se escabulló de su arresto domiciliario en San Diego el 4 de septiembre, semanas antes de ser condenado.
Era propietario de Glenn Defense Marine Asia Ltd o GDMA, con sede en Singapur, que suministró alimentos, agua y combustible a los buques durante décadas.
Ha reconocido haber sobrefacturado a la Armada de Estados Unidos en 35 millones de dólares con la ayuda de docenas de funcionarios estadounidenses a los que obsequiaba con prostitutas, carne de Kobe, puros y otros sobornos para que dirigieran sus barcos a los puertos que Francis controlaba en el Pacífico, en el sudeste asiático.
Se declaró culpable en 2015 y comenzó a cooperar con las autoridades, a cambio de lo cual recibió reclusión domiciliaria y atención médica. Sin embargo, el fugitivo se enfrenta a hasta 25 años de prisión con un jurado que decidirá su veredicto en una fecha posterior.
Funcionarios estadounidenses y venezolanos dijeron que Francis se cortó el monitor del tobillo, huyó a México y luego se dirigió a Cuba antes de aparecer en Venezuela. Al parecer, intentaba volar a Rusia.
Aunque Venezuela y Estados Unidos tienen un acuerdo de extradición, el gobierno de Biden no reconoce oficialmente al gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro.
Estados Unidos no tiene embajada en Venezuela y ha impuesto aplastantes sanciones al país que han amargado aún más las relaciones.
Todavía no está claro si EE.UU. solicitará la extradición, para lo que sólo tiene 30 días.
Información adicional de las agencias
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