El funeral de Estado por el asesinado ex primer ministro de Japón, Shinzo Abe, va a costar 12 millones de dólares [or 1.7 billion yen], según un portavoz del gobierno.
El gobierno había dicho anteriormente que revelaría el coste del funeral después del evento, pero el martes el secretario jefe del gabinete de Japón, Hirokazu Matsuno, anunció que el importe estimado del funeral de Estado será de unos 1.700 millones de yenes (12 millones de dólares), lo que supone un notable aumento respecto a la estimación inicial de 250 millones de yenes (aproximadamente 1,76 millones de dólares) que el gobierno había destinado y aprobado en agosto.
Mientras tanto, grupos cívicos y políticos de la oposición en Japón han expresado su preocupación por el uso del dinero de los contribuyentes para el coste del funeral de Estado de Abe.
Jun Azumi, uno de los líderes del principal partido de la oposición, el Partido Democrático Constitucional de Japón, criticó al Gobierno y dijo que el importe total de los costes del funeral de Estado de Abe se ha “hinchado” en más de seis veces la cifra originalmente establecida.
El martes, el secretario jefe del gabinete dijo a los periodistas que, para el funeral de Estado del ex primer ministro asesinado, se espera que la seguridad cueste unos 800 millones de yenes (unos 5,6 millones de dólares), y que se gasten otros 600 millones de yenes (unos 4,2 millones de dólares) en la acogida. El Sr. Matsuno añadió que se destinarán unos 250 millones de yenes (1,76 millones de dólares) a la ceremonia.
Está previsto que el funeral de Estado se celebre el 27 de septiembre en el Nippon Budokan de Tokio, un estadio cubierto situado en Chiyoda (Tokio). Ya se ha celebrado un funeral privado.
Abe fue asesinado en julio durante una campaña electoral en Nara, Japón. Fue primer ministro de Japón durante más de ocho años.
Se informa de que se espera que unas 6.000 personas asistan al funeral de Estado de Abe.
Mientras tanto, recientes encuestas han mostrado que cerca de la mitad de los votantes japoneses se oponen al evento financiado con fondos públicos, mientras que sólo el 38% estaba a favor.
El primer ministro Fumio Kishida, tratando de justificar el funeral de estado del ex dirigente, dijo poco después del asesinato de Abe que “él [Abe] ha conseguido importantes logros en varios campos, como la reconstrucción tras el Gran Terremoto del Este de Japón, la revitalización de la economía japonesa y el desarrollo de la diplomacia basada en las relaciones entre Japón y Estados Unidos”, por lo que merece un funeral de Estado.
El Sr. Kishida dijo que al realizar un funeral de Estado por Abe, “Japón mostrará su determinación de no ceder a la violencia y de defender resueltamente la democracia”.
Abe va a ser el segundo primer ministro de la posguerra, después de Shigeru Yoshida en 1967, en ser honrado con un funeral de Estado.
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