El presidente de Sri Lanka nombró el lunes un nuevo Gabinete de 17 miembros, mientras él y su poderosa familia tratan de resolver la crisis política derivada de la grave situación económica del país.
Los nombramientos se producen después de semanas de protestas por la escasez de combustible y alimentos, y tras exigir la dimisión del presidente Gotabaya Rajapaksa y su gobierno.
El hermano mayor del presidente, el primer ministro Mahinda Rajapaksa, permanece en el cargo, pero otros familiares han sido descartados en lo que se considera un intento de pacificar a los manifestantes sin renunciar al poder de la familia.
Muchos ancianos y aquellos que se enfrentan a acusaciones de corrupción fueron excluidos del Gabinete en línea con las peticiones de una administración más joven.
El Gabinete dimitió el 3 de abril después de que estallaran las protestas en todo el país y los manifestantes asaltaran y destrozaran las casas de algunos ministros del Gabinete.
Miles de manifestantes ocuparon el lunes, por décimo día, la entrada a la oficina del presidente.
Los partidos de la oposición han rechazado una invitación de Rajapaksa para formar un gobierno de coalición de unidad mientras él y su hermano permanezcan en el poder. Mientras tanto, los partidos de la oposición no han conseguido una mayoría parlamentaria.
Sri Lanka está al borde de la quiebra, con casi 7.000 millones de dólares del total de 25.000 millones de dólares de su deuda externa que debe pagarse este año. Una grave escasez de divisas hace que el país carezca de dinero para comprar productos importados.
La gente ha soportado meses de escasez de productos básicos como alimentos, gas de cocina, combustible y medicinas, haciendo cola durante horas para comprar las limitadas existencias disponibles.
La semana pasada, el gobierno dijo que suspendía el reembolso de los préstamos extranjeros a la espera de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional. El ministro de Finanzas de Sri Lanka, Ali Sabry, y otros funcionarios partieron el domingo para mantener conversaciones con el FMI. El FMI y el Banco Mundial celebran esta semana sus reuniones anuales en Washington.
Sri Lanka ha recurrido a China e India para obtener préstamos de emergencia para comprar alimentos y combustible.
Gran parte de la ira pública se ha dirigido a Rajapaksa y a su hermano mayor, el primer ministro. Encabezan un influyente clan que ha mantenido el poder durante la mayor parte de las dos últimas décadas.
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