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La gobernadora demócrata Laura Kelly no perdió tiempo tras la decisiva victoria en Kansas a favor del derecho al aborto antes de enviar un correo electrónico de recaudación de fondos a nivel nacional en el que advertía que el acceso a este procedimiento estaría “en el disparadero” si su partido no ganaba en las elecciones de noviembre.
Sin embargo, su mensaje a los votantes en general de cara a la campaña de otoño es muy diferente, incluso cuando los demócratas de otros estados hacen hincapié en el acceso al aborto.
Pocos días después de su correo electrónico de recaudación de fondos relacionado con el aborto, el equipo de Kelly sugirió que centraría su campaña de reelección en las finanzas del estado, ahora saludables, la sólida financiación de las escuelas públicas y las promesas de alto perfil de las empresas para crear puestos de trabajo.
Los demócratas están divididos sobre si es la mejor estrategia en una carrera difícil contra el republicano Derek Schmidt, el fiscal general del estado de tres mandatos. Kelly todavía tiene que ganarse a algunos independientes y a los republicanos moderados en su estado, sólidamente rojo, y aunque el acceso al aborto puede atraer a los votantes centristas e impulsar la participación, es la economía -y el pellizco en la tienda de comestibles por la inflación- lo que sigue siendo una gran preocupación para ellos.
“Tiene que atraer a gente de todo tipo de ámbitos”, dijo Joan Wagnon, ex alcaldesa de Topeka, legisladora estatal y presidenta del Partido Demócrata de Kansas. Aunque Kelly puede utilizar el aborto como un tema a su favor, Wagnon dijo: “No creo que sea la pieza central de su campaña”.
El 2 de agosto, los votantes rechazaron por abrumadora mayoría una propuesta de enmienda a la Constitución de Kansas que habría eliminado la protección del derecho al aborto. Fue el primer referéndum estatal sobre el aborto después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos anulara el caso Roe contra Wade en junio.
El enfoque de Kelly de cara a las elecciones generales contrasta con el apoyo al derecho al aborto que los gobernadores demócratas Tony Evers, en Wisconsin, y Gretchen Whitmer, en Michigan, han dado a sus campañas de reelección. En Ohio, la candidata demócrata Nan Whaley está haciendo hincapié en este tema en su carrera contra el gobernador republicano antiabortista Mike DeWine.
Algunos demócratas creen que Kelly está perdiendo una oportunidad si no sigue su ejemplo.
“La única manera de inspirar a los votantes jóvenes, que es lo que necesita Laura Kelly, es hacerles sentir que entiendes los temas que les preocupan en este momento”, dijo Christopher Reeves, un activista de los suburbios de Kansas City, consultor y ex miembro del Comité Nacional Demócrata. “Y el tema que les preocupa, especialmente a las jóvenes votantes, es el aborto”.
Al ganar su primer mandato en 2018 por alrededor de 5 puntos porcentuales, Kelly cortejó a los votantes republicanos independientes y moderados al lanzarse como un líder bipartidista de sentido común.
Pero también se presentaba en un buen año para los demócratas -recuperaron la mayoría en la Cámara de Representantes- y contra el conservador Kris Kobach, que abogaba por políticas de inmigración duras como principal partidario del entonces presidente Donald Trump.
La postura de Kelly sobre el derecho al aborto llevó a Stephan Simmons, un reclutador de educación superior de 25 años, a su campo firmemente para noviembre. El que fuera un republicano conservador convertido en votante no afiliado, se convirtió en demócrata poco antes de las elecciones del 2 de agosto.
Se aseguró de volver a Kansas City de un viaje de negocios a tiempo para conducir hasta su ciudad natal, Wichita, para votar en persona. En el camino, recogió a un amigo, Hunter Picard, para que éste pudiera votar en Rose Hill, al sureste de Wichita. Picard, un químico de 25 años que trabaja en Lawrence, no está afiliado.
Ambos dijeron que pensaron en sus hermanas antes de votar en contra de la propuesta de enmienda. Pero Picard dijo que no ha decidido cómo votará en la carrera por la gobernación en noviembre.
Mandi Hunter, una abogada inmobiliaria de 46 años del suburbio de Leawood, en Kansas City, se autodenomina moderada del GOP y votó en contra de la propuesta de enmienda constitucional. Ella también dijo que está indecisa sobre su voto en noviembre, aunque señaló que habrá algo más que el aborto en la votación.
“No pueden ignorar los otros temas”, dijo Hunter.
Algunos republicanos creen que los votantes seguirán mucho más centrados en la economía que en el aborto. Kelly está haciendo campaña como si estuviera de acuerdo, organizando una gira de “Prosperidad en las Llanuras” para promover los esfuerzos de desarrollo empresarial de su administración.
La portavoz de la campaña de Kelly, Madison Andrus, se refirió a cuestiones económicas y de educación cuando se le pidieron más detalles sobre la posición del gobernador sobre el aborto. La campaña no quiso decir si Kelly quiere un mayor acceso al aborto de lo que se permite ahora, con el estado prohibiendo la mayoría de los abortos en la semana 22 de embarazo e imponiendo otros requisitos como un período de espera de 24 horas.
El personal de Kelly no puso a la gobernadora a disposición para hablar de su campaña, pero proporcionó una declaración en su nombre a The Associated Press.
“La votación del 2 de agosto muestra que los kansanos quieren que su gobierno se centre en cosas como la economía y las escuelas – y no intervenir en las decisiones médicas privadas. Ahora que los votantes han hablado claramente, el gobernador Kelly seguirá centrado en reunir a ambos partidos para obtener resultados: un presupuesto equilibrado, recortar los impuestos, financiar totalmente las escuelas y atraer nuevas empresas al estado”, dijo la portavoz de la campaña Lauren Fitzgerald.
Schmidt, que apoyó el cambio constitucional propuesto, dijo en una declaración posterior a las elecciones que nunca ha “defendido la prohibición” del aborto. Dijo que apoya que se permita el aborto para salvar la vida de una mujer, en casos de violación e incesto y cuando un feto tiene una condición “que le hace imposible sobrevivir fuera del útero.”
El jueves, Schmidt dijo que el resultado del referéndum tiene que ser “respetado”. Dijo que no abogaría por nuevas leyes de aborto más duras, sino que se centraría en hacer cumplir lo que ya está en los libros.
Algunos agentes políticos y encuestadores abogan por interpretar el voto de Kansas de forma restringida, como una oposición a una prohibición o a una prohibición casi total y no como un apoyo incondicional al aborto en cualquier circunstancia.
Una encuesta de Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research realizada en julio reveló que, si bien la mayoría de la población de Estados Unidos deseaba que el Congreso aprobara una ley que garantizara el acceso al aborto en todo el país, sólo un tercio afirmaba que los estados debían permitir en general el aborto a las 24 semanas. Un poco más de la mitad permitiría el aborto a las 15 semanas.
Charles Franklin, director de la Encuesta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Marquette, dijo que los demócratas deberían presentarse contra las restricciones severas al aborto. “El reto es”, dijo, “cómo hacerlo sin que parezca que están a favor del derecho al aborto ilimitado”.
Pat McPherron, un encuestador del Partido Republicano de Oklahoma City que trabaja para el senador Jerry Moran, republicano de Kan, dijo que espera que el aborto se desvanezca como tema.
“Es un tema que los votantes creen que ha sido preguntado y respondido”, dijo. “Los votantes siguen adelante”.
Los partidarios del derecho al aborto reconocieron que todavía están tratando de averiguar cómo mantener a sus votantes con energía hasta noviembre.
“Francamente, nuestro trabajo es asegurarnos de que no sigan adelante”, dijo Susan Osborne, una de las líderes de Mujeres por Kansas, un grupo de defensa no partidista que se opuso a la propuesta de enmienda. “Este fue el comienzo del camino para nosotros”.
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Los escritores de Associated Press Sara Burnett en Chicago y Hannah Fingerhut en Washington contribuyeron a este informe.
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