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La empresa rusa Wagner Group ha desmentido una afirmación de Estados Unidos de que ha comprado armas a Corea del Norte, lo que supondría una violación de las resoluciones de la ONU.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo esta semana que los servicios de inteligencia estadounidenses habían llegado a la conclusión de que el Grupo Wagner había obtenido el equipo para ayudar a sus fuerzas en su lucha junto a las tropas rusas en Ucrania.
“Evaluamos que la cantidad de material entregado a Wagner no cambiará la dinámica del campo de batalla en Ucrania”, dijo el Sr. Kirby.
“Pero ciertamente nos preocupa que Corea del Norte esté planeando entregar más equipo militar”.
El Grupo Wagner rechazó la afirmación como “chismes y especulaciones”.
“Todo el mundo sabe que Corea del Norte no suministra armas a Rusia desde hace mucho tiempo. Y ni siquiera se han hecho tales esfuerzos”, citó Reuters al propietario de Wagner, Yevgeny Prigozhin, en un comunicado.
Ni el Sr. Kirkby ni el Sr. Prigozhin ofrecieron ninguna prueba específica para apoyar sus comentarios. Las acciones militares en Ucrania han ido acompañadas de una guerra de información, en la que han participado varias partes.
Diez meses después de que las fuerzas rusas invadieran Ucrania, se ha prestado cada vez más atención al papel de los mercenarios privados, como el Wager Group, del mismo modo que organizaciones con sede en Estados Unidos, como Blackwater, fueron objeto de escrutinio durante la llamada guerra contra el terrorismo.
Blackwater, fundada en 1996 por el ex SEAL de la Marina Erik Prince, se llama Academi desde 2011.
En 2007, Blackwater recibió amplia notoriedad por la masacre de la plaza Nisour en Bagdad, cuando un grupo de sus empleados mató a 17 civiles iraquíes. Aunque varios de los combatientes fueron condenados en Estados Unidos, posteriormente fueron indultados por Donald Trump.
El Grupo Wagner, también fundado por exmilitares, también ha sido acusado de diversas fechorías y atrocidades, acusaciones que ha negado sistemáticamente.
A principios de este mes, el Sr. Kirby afirmó que el Grupo Wagner tenía 50.000 combatientes en Ucrania, incluidos 10.000 contratistas y 40.000 convictos.
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Funcionarios estadounidenses que informaron a los medios de comunicación afirmaron que con la supuesta venta de armas al grupo militar privado, Corea del Norte estaba violando las sanciones de la ONU que prohíben a Pyongyang importar o exportar armas.
La embajadora Linda Thomas-Greenfield, enviada de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, calificó de “despreciable” que Rusia, miembro permanente con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU, que impuso las sanciones, utilizara ahora armas adquiridas a Corea del Norte e Irán “para proseguir su guerra de agresión contra Ucrania”.
El gobierno británico también condenó a Rusia por la supuesta compra de armas de Wagner.
“El hecho de que el presidente Putin recurra a Corea del Norte en busca de ayuda es un signo de la desesperación y el aislamiento de Rusia”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, James Cleverly. “Trabajaremos con nuestros socios para garantizar que Corea del Norte pague un alto precio por apoyar la guerra ilegal de Rusia en Ucrania”.
Corea del Norte ha tratado de reforzar sus relaciones con Rusia a medida que gran parte de Europa y Occidente se han ido alejando de Moscú.
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