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Uno de los hombres acusados del asesinato de James “Whitey” Bulger dentro de una prisión de Virginia Occidental afirma que todos los reclusos de su unidad sabían de antemano que el famoso gángster iba a ser trasladado allí.
Whitey Bulger fue encontrado muerto a golpes menos de 12 horas después de ser trasladado a la prisión federal USP Hazelton, uno de los centros penitenciarios más violentos del país.
“Todo el mundo sabía que iba a venir”, Sean McKinnon dijo a NBC News en una entrevista telefónica exclusiva desde su actual prisión en Florida.
McKinnon está acusado de actuar como vigía mientras otros dos reclusos entraron en la celda de Bulger y lo golpearon hasta la muerte con un candado en la mañana del 30 de octubre de 2018.
El jefe mafioso fue encontrado por los guardias de la prisión envuelto en mantas y posando para que pareciera que estaba durmiendo. Había sido golpeado hasta la muerte y quedó casi irreconocible.
Los fiscales dicen que McKinnon le dijo a su madre en una llamada telefónica grabada que sabía que Bulger iba a ser trasladado a la prisión antes de su transferencia allí, lo que implica que tenía información interna que podría haber jugado un papel en su asesinato.
McKinnon dijo a NBC News que el traslado de Bulger a USP Hazelton era un secreto a voces entre los reclusos.
“Me enteré por otro recluso, ni siquiera por uno de los chicos de Massachusetts”, dijo. “No fue como si recibiera una noticia secreta. Yo sólo era un pececito en el mar”.
La Oficina Federal de Prisiones ha sido criticada por la decisión de colocar a Bulger en la población general de una penitenciaría en la que dos reclusos habían sido asesinados en los seis meses anteriores.
No se sabe por qué Bulger, que tenía 89 años y era informante del FBI, fue trasladado a la prisión.
Fotios “Freddy” Geas, de 55 años, Paul “Pauly” DeCologero, de 48, y McKinnon, de 36, fueron acusados en agosto de conspiración para cometer un asesinato en primer grado.
El mes pasado, en el tribunal, surgieron nuevos detalles sobre la línea de tiempo del asesinato y algunas de las pruebas que se dice que vinculan a los tres sospechosos con el crimen.
La fiscal adjunta de EE.UU., Hannah Nowalk, dijo que los asesinos de Bulger -un antiguo sicario de la mafia, un mafioso implicado en el asesinato y desmembramiento de una joven de 19 años y un convicto sin vínculos conocidos con la mafia que salió de la cárcel hace apenas tres semanas- se enteraron de alguna manera de su llegada a la prisión con antelación.
Entonces, “en cuanto vieron a Bulger entrar en la unidad, planearon matarlo”, dijo.
Tras su muerte, los tres sospechosos habrían confesado a otros reclusos del centro penitenciario haber llevado a cabo el ataque.
La llamada telefónica entre McKinnon y su madre fue reproducida ante el tribunal, revelando que el recluso tenía conocimiento previo del traslado de Bulger a la penitenciaría.
“Nos estamos preparando para traer a otra persona de alto perfil aquí esta noche”, dijo McKinnon en la llamada.
“No, quiero decir, deberías conocer el nombre… ¿Has oído el nombre de Whitey Bulger?”
Cuando McKinnon le dijo a su madre quién era el preso de alto perfil, su madre Cheryl Prevost le instó a mantenerse alejado de él.
“Aléjate de él, por favor”, dijo.
McKinnon le dijo a su madre “Ah, no puedo”, diciendo que su compañero de celda Geas era “un esbirro de una familia de la mafia de Nueva York y Boston”.
Su madre le advirtió que “te metes en problemas”, a lo que él respondió: “No te preocupes. No lo planeo”.
La llamada se realizó en torno a las 15:30 horas del 29 de octubre de 2018, unas cinco horas antes de que Bulger llegara a la prisión a las 20:30 horas de esa noche.
La Sra. Nowalk dijo que la llamada telefónica demuestra que los reclusos sabían de la inminente llegada de Bulger y comenzaron a conspirar inmediatamente para matarlo.
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