Las icónicas luces del histórico distrito del Bund en Shanghai se apagarán durante dos días mientras China trata de reducir el uso de la electricidad en medio de una crisis energética provocada por la prolongada sequía y el calor que ha cerrado fábricas y ha afectado a la producción de cultivos.
En un aviso del domingo, la Oficina Administrativa de Paisajismo y Apariencia de la Ciudad de Shanghai dijo que los edificios del distrito del Bund no se iluminarán el lunes y el martes.
“Pedimos disculpas por las molestias que esto pueda causar”, decía el aviso.
El barrio frente al río es una popular atracción turística donde la gente se reúne para ver los rascacielos brillando y sus reflejos iluminando el agua.
El aviso estará en vigor hasta el jueves y se produce en medio de un impulso de ahorro de energía en todo el país provocado por una ola de calor sin precedentes. La orden también afectará a los centros comerciales y a las empresas, que tendrán que apagar las luces para reducir su consumo de electricidad.
Las órdenes de racionamiento de energía han obligado a cerrar las fábricas de la región suroccidental de China y han dejado a muchas empresas gravemente afectadas al reducir su producción.
La intensa ola de calor es la más larga de la que se tiene constancia en China y ha hecho que las temperaturas ronden los 40 grados Celsius (104 grados Fahrenheit).
El aumento de las temperaturas ha provocado un incremento de la demanda de electricidad. Al mismo tiempo, las condiciones extremas de sequía han reducido los ríos y han afectado a la producción hidroeléctrica del país. El río Yangtze, la mayor vía fluvial de Asia, ha descendido a un mínimo histórico.
Varias provincias han anunciado cortes de electricidad para hacer frente a la situación, y algunas están intentando inducir artificialmente las lluvias con la siembra de nubes.
La sequía y el calor también han marchitado los cultivos. Según se informa, el gobierno está luchando por encontrar formas de proteger la cosecha de cereales de otoño, que representa el 75% del total anual de China.
Zonas del centro y el norte de China han ordenado medidas de emergencia para salvaguardar el suministro de agua potable después de que las lluvias de verano se redujeran a la mitad del nivel habitual en algunos lugares.
El gobierno chino afirma que este verano es el más caluroso y seco del país desde que se empezaron a llevar registros de temperatura y precipitaciones en 1961.
La provincia de Sichuan, con una población de 94 millones de personas, está siendo especialmente afectada, ya que el 80% de su energía proviene de presas hidroeléctricas. Otras provincias dependen en mayor medida de la energía procedente del carbón, que no se ve afectada.
Los economistas afirman que si las fábricas de Sichuan reabren relativamente pronto, el impacto nacional debería ser limitado porque la provincia sólo representa el 4% de la producción industrial de China.
Mientras tanto, amplias zonas de China también se han visto afectadas por inundaciones repentinas que han causado la muerte de decenas de personas en las últimas semanas. Casi medio millón de personas han sido desplazadas y los daños ascienden a 250 millones de dólares.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el organismo científico de la ONU sobre el clima, ha concluido que China es uno de los países que se verá más afectado por el empeoramiento de la crisis climática.
La temperatura de la superficie del aire ha aumentado en toda Asia en los últimos 100 años y muchos países, incluida la vecina India, sufren ahora fenómenos extremos que baten récords, como olas de calor, inundaciones y sequías.
Información adicional de las agencias
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