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Casi seis semanas desde el asesinato de cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho, la policía sigue negándose a decir cuánto saben sobre el paradero del asesino.
En una entrevista con NewsNation el jueves, el jefe de policía de Moscú, James Fry, declinó responder a una pregunta sobre si el culpable seguía en la zona.
“Como he dicho, no estamos revelando nada de eso, pero hay algo de eso que simplemente no sabemos en este momento”, dijo el Sr. Fry. “Todavía estamos tratando de poner todo junto.
“Hemos dicho todo el tiempo que necesitamos que la gente esté alerta, necesitamos que la gente preste atención. No sabemos exactamente dónde está el individuo”.
Es probable que esta respuesta frustre a las familias y a los habitantes de la zona, que han criticado la investigación por negarse a facilitar información, así como por sus declaraciones públicas confusas y a veces incoherentes.
Se produce después de que Steve Goncalves, el devastado padre de la víctima de asesinato Kaylee Goncalves, dijera a CNN que “tiene que” creer que el asesino de su hija será capturado.
El domingo se cumplirán seis semanas del día en que Goncalves, Madison Mogen, Xana Kernodle y Ethan Chapin murieron apuñalados en sus camas en Moscú el 13 de noviembre.
En general, la policía se ha mantenido hermética sobre lo que sabe, o si sabe algo, sobre el crimen, y en un momento dado afirmó que no había “ninguna amenaza inminente para la comunidad en general” antes de dar marcha atrás.
El miércoles, el Sr. Fry dijo NBC que el caso no se está enfriando y negó que se esté “dejando a oscuras” a las familias de las víctimas.
Anteriormente había dicho que no se estaban revelando ciertos detalles para preservar la integridad de la investigación.
No quedó claro en la respuesta del Sr. Fry del jueves si la policía no sabe si el asesino ha abandonado la zona, o si lo saben pero se niegan a decirlo para no asustar al culpable.
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