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El juez Samuel Alito se burló de las críticas de los líderes extranjeros a la decisión de la Corte Suprema de la que es autor y que anula el derecho constitucional al aborto, en sus primeros comentarios públicos desde el fallo del mes pasado. Los comentarios del juez suscitaron más críticas y también algunos apoyos.
En su intervención en Roma en una cumbre sobre libertad religiosa, Alito, de 72 años, sólo dedicó un par de minutos al tema del aborto, y sólo para hablar de sus críticas al extranjero, un paso inusual para un juez del alto tribunal.
Vestido con un esmoquin y luciendo la barba que a veces se deja crecer cuando el tribunal no está reunido, Alito bromeó con el hecho de que la sentencia de su autoría había sido “criticada por toda una serie de líderes extranjeros”, y luego bromeó con que el primer ministro británico Boris Johnson había “pagado el precio” de sus comentarios. Johnson calificó la decisión de “gran paso atrás” poco antes de dimitir en medio de investigaciones éticas no relacionadas.
La decisión de la mayoría conservadora del tribunal llevó a una docena de estados a cerrar o restringir severamente los abortos en pocos días. Se espera que la mitad de los estados de EE.UU. prohíban o restrinjan seriamente el procedimiento.
Alito también provocó las risas de los asistentes a la conferencia, patrocinada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Notre Dame, cuando dijo que “lo que realmente me hirió” fueron los comentarios realizados” por el Príncipe Harry de Gran Bretaña. En su intervención en las Naciones Unidas la semana pasada, Harry habló del “retroceso de los derechos constitucionales aquí en los Estados Unidos” como una de una serie de crisis convergentes que también incluía la invasión rusa de Ucrania.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también llamaron la atención de Alito en la charla que dio en Roma el 21 de julio en el evento al que se le invitó. La Facultad de Derecho publicó el vídeo esta semana. Alito no fue identificado de antemano como ponente en la conferencia.
Mientras que los jueces se enzarzan habitualmente en intercambios puntuales con sus colegas en los duelos de opiniones, rara vez responden a las críticas externas. Eso es especialmente cierto cuando hablan de líderes extranjeros en una comparecencia fuera de Estados Unidos, dijo Neil Siegel, profesor de derecho y ciencias políticas en la Facultad de Derecho de Duke.
“Su tono puede ser bastante despectivo y mordaz. Es como si simplemente no le importara que haya decenas de millones de personas en este país y en el extranjero que están en profundo desacuerdo con él”, dijo. “Creo que lo más importante es que no es así como se supone que deben comportarse nuestros jueces”.
Sin embargo, no hay ninguna prohibición de que los jueces discutan públicamente los casos una vez que se han decidido, dijo Akhil Reed Amar, profesor de derecho constitucional en la Facultad de Derecho de Yale. Los comentarios de Alito no se referían a la cuestión subyacente del aborto, sino a que los dignatarios extranjeros opinen sobre la legislación estadounidense sin estar necesariamente bien versados en la materia, dijo. Johnson, por ejemplo, puede haber tratado de desviar la atención de sus propios asuntos internos, dijo Amar.
“Esto fue ligeramente impertinente por su parte”, dijo Amar, quien también elogió a Alito por responder “con un poco de ingenio y estilo”.
El discurso del juez provocó críticas el viernes de la representante estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata de Nueva York, quien escribió en un tuit que los comentarios estaban politizados y dijo que “deberían ser alarmantes para cualquiera.”
El discurso se produce en medio de un fuerte aumento de la porción de estadounidenses que dicen que su confianza en la Corte Suprema se está erosionando. Una encuesta de The Associated Press -NORC Center for Public Affairs Research reveló esta semana que el 43% de los estadounidenses no tiene “casi ninguna confianza” en el tribunal, frente al 27% de hace tres meses.
El fallo sobre el aborto fue una de las varias decisiones sísmicas de este verano, pero la anulación del caso Roe v. Wade y el fin de una garantía de casi medio siglo del derecho al aborto fue la que tuvo un impacto más amplio.
También ha provocado profundos cambios en otros tipos de atención médica, ya que algunos médicos rechazan el tratamiento inmediato de problemas de salud graves relacionados con la atención reproductiva por miedo a entrar en conflicto con las estrictas prohibiciones del aborto.
El discurso de Alito se dedicó principalmente a alabar la libertad religiosa, otro ámbito en el que los conservadores se impusieron en el Tribunal Supremo en casos relacionados con el dinero de los impuestos para las escuelas religiosas en Maine y el derecho de un entrenador de fútbol americano a rezar en la línea de 50 yardas.
Es juez desde 2006, nombrado por el presidente George W. Bush.
Cuatro años más tarde, al asistir al discurso del Estado de la Unión del presidente Barack Obama, Alito fue captado por las cámaras pronunciando las palabras “no es cierto” en respuesta a las críticas de Obama -también inusuales- sobre otra importante decisión judicial impulsada por los conservadores, el caso Citizens United, que abrió las compuertas ael gasto de las empresas y los sindicatos en las campañas electorales federales.
Alito nunca ha abordado esa controversia en público, pero parece claro, por las preguntas que planteó cuando el tribunal escuchó los argumentos, que se opuso a que Obama dijera que el fallo revocaba un siglo de ley.
Alito no ha vuelto a asistir al discurso del Estado de la Unión.
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