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Los miembros del jurado comenzaron a deliberar el lunes en el juicio penal por fraude fiscal de la Organización Trump, sopesando las acusaciones de que la compañía del expresidente Donald Trump ayudó a los ejecutivos a evadir impuestos sobre la renta personal en prebendas como apartamentos en Manhattan y autos de lujo.
Las deliberaciones siguen a un juicio de un mes que contó con el testimonio de siete testigos, entre ellos el veterano jefe de finanzas de la Organización Trump Allen Weisselberg y el vicepresidente senior y contralor Jeffrey McConney. También testificó un contable externo que pasó años preparando declaraciones de impuestos para Trump y la empresa.
Unos 40 minutos después de iniciadas las deliberaciones, los miembros del jurado enviaron una nota pidiendo al juez que volviera a leer los elementos de uno de los cargos, conspiración para defraudar en cuarto grado. El juez Juan Manuel Merchán accedió y leyó los cargos, deteniéndose de vez en cuando para escuchar la cacofonía de las bocinas de los coches que sonaban 15 pisos más abajo.
Weisselberg, que se declaró culpable de evadir impuestos por 1,7 millones de dólares en extras, testificó que él y McConney conspiraron para ocultar extras de sus ingresos deduciendo su coste de su salario antes de impuestos y emitiendo formularios W-2 falsificados.
Los fiscales acusaron a la Organización Trump en forma de dos filiales, Trump Corporation y Trump Payroll Corporation. Trump Corporation está acusada de nueve cargos. Trump Payroll Corporation está acusada de ocho.
Los jurados deben decidir si Weisselberg era un “agente de alta dirección” que actuaba en nombre de la empresa, como alegan los fiscales, o si actuaba en su propio interés, como sostienen los abogados de la Organización Trump. También deben determinar si su intención era beneficiar a la empresa y no sólo a sí mismo.
Weisselberg testificó contra la empresa a cambio de una sentencia prometida de cinco meses de cárcel. También se acusó a otros ejecutivos de evadir impuestos sobre las prebendas de la empresa, pero no se acusó a nadie más.
Los abogados de la Organización Trump argumentan que Weisselberg actuó por su cuenta, sin el conocimiento de Trump o de la familia Trump. La empresa niega haber actuado mal.
El fiscal Joshua Steinglass trató de refutar esa afirmación durante su alegato final la semana pasada, mostrando a los miembros del jurado un contrato de arrendamiento firmado por Trump para el apartamento pagado por la empresa de Weisselberg y un memorando firmado por Trump autorizando un recorte salarial para otro ejecutivo que obtuvo beneficios.
Trump no está acusado. El caso de la Organización Trump es el único juicio que surge de la investigación de tres años de la oficina del fiscal del distrito de Manhattan sobre Trump y sus prácticas empresariales.
El fiscal de distrito Alvin Bragg ha dicho que la investigación sobre Trump está “activa y en curso”, y que no se ha tomado ninguna decisión sobre si se le acusará o no. Ningún expresidente ha sido acusado nunca de un delito.
El lunes, Bragg anunció la contratación de Matthew Colangelo, un abogado que dirigió investigaciones relacionadas con Trump en la oficina del fiscal general de Nueva York. Como abogado principal, Colangelo estará a cargo de las investigaciones de cuello blanco más sensibles y de alto perfil realizadas por la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, dijo Bragg.
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