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El Kremlin ha dicho que los planes del gobierno británico de imponer nuevas sanciones a Moscú influirían en las tensiones europeas mientras sigue aumentando el temor a una posible guerra en Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, también dijo que la amenaza era un ataque a las empresas rusas y que socavaba el clima de inversión de Gran Bretaña.
El fin de semana, la ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, dijo que los oligarcas rusos en Londres serían golpeados con nuevas y duras sanciones para disuadir a Moscú de invadir Ucrania, incluso si eso perjudicaba a la economía del Reino Unido.
El Secretario Principal del Tesoro, Simon Clarke, advirtió el lunes por la mañana: “Tenemos muy claro que si Rusia emprende nuevas acciones contra Ucrania, entonces endureceremos aún más el régimen de sanciones dirigido a aquellas empresas y personas con los vínculos más estrechos con el Kremlin”.
El Gobierno presentará esta semana una nueva legislación que le permitirá aplicar sanciones de mayor alcance a las empresas rusas. Según los planes, el gobierno impondrá la congelación de activos y la prohibición de viajar a personas y entidades que tengan una “importancia estratégica” para el gobierno ruso.
Estados Unidos y la OTAN respondieron la semana pasada a las demandas de Moscú de garantías de seguridad jurídicamente vinculantes sobre la ampliación de la alianza de seguridad.
El Kremlin dijo el lunes que el presidente Vladmir Putin responderá a las propuestas de Washington y Bruselas “cuando lo considere necesario”, sin que se haya fijado una fecha por ahora.
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