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El canciller alemán, Olaf Scholz, pidió el lunes que la creciente Unión Europea acuerde una serie de cambios que la ayuden a superar las divisiones internas y a hacer frente a rivales externos como Rusia y China.
En un amplio discurso pronunciado en la Universidad Carolina de Praga, Scholz dijo que la UE debe estar “preparada” para la futura ampliación de 27 a 30 -o incluso 36- naciones tomando más decisiones por mayoría, en lugar de exigir la unanimidad en todos los asuntos que en el pasado ha permitido a los Estados miembros individuales vetar decisiones clave.
“Tenemos que recordar que jurar lealtad al principio de unanimidad sólo funciona mientras la presión para actuar sea baja”, dijo Scholz, argumentando que la invasión rusa de Ucrania fue una llamada de atención para que la UE cambie su forma de tomar decisiones.
Scholz sugirió que se permita la toma de decisiones por mayoría en asuntos urgentes como las sanciones o la política de derechos humanos, y que quienes no estén dispuestos a respaldar explícitamente una votación tengan la opción de abstenerse sin bloquear la unanimidad.
El líder alemán también apoyó la petición de reconsiderar la composición del Parlamento Europeo, que actualmente cuenta con 751 diputados, para evitar que se “infle” con la futura ampliación. Una reforma similar del modo en que cada Estado miembro está representado en la Comisión ejecutiva del bloque podría hacer que los comisarios compartieran la responsabilidad en ciertas áreas, dijo.
Dado que Europa va a la zaga de sus rivales mundiales en lo que respecta a la digitalización y la exploración espacial, Scholz dijo que la UE podría convertirse en un líder mundial en la transición hacia una economía más ecológica que también la ayudaría a ser menos dependiente de los proveedores de energía extranjeros.
En su discurso, Scholz citó repetidamente la amenaza que supone para la UE la Rusia de su autoritario presidente, advirtiendo de que “cualquier desunión entre nosotros, cualquier debilidad, es pasto del molino de (Vladimir) Putin”.
“Debemos cerrar filas, resolver los viejos conflictos y encontrar nuevas soluciones”, dijo, señalando que el bloque necesita superar las tensiones de larga data entre sus miembros en los temas de migración y política fiscal.
El discurso de Scholz se hizo eco de las propuestas realizadas en los últimos meses por el presidente francés Emmanuel Macron. Pero es probable que sea recibido con cautela por los países más pequeños, que temen que la reforma de los difíciles procesos de toma de decisiones de la UE para permitir que se aprueben más votaciones con mayorías de dos tercios pueda hacer que se ignoren sus preocupaciones.
En los últimos años también han surgido tensiones entre la Comisión Europea y los gobiernos de Hungría y Polonia, a los que Bruselas acusa de incumplir los valores fundamentales del bloque y el principio del Estado de Derecho.
Scholz hizo un llamamiento a la unidad ante la creciente presión exterior.
“¿Cuándo, si no ahora, superaremos las diferencias que nos han lastrado y dividido durante años?”, preguntó.
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