El presidente serbio, Aleksandar Vucic, dijo el jueves que no “firmará nada” durante las próximas conversaciones con el líder de Kosovo, mediadas por la Unión Europea, que pretenden ser otro intento de calmar décadas de tensiones entre los dos enemigos de los Balcanes durante la guerra.
Los funcionarios internacionales esperan que se produzcan avances el sábado, cuando Vucic se reúna con el Primer Ministro del vecino Kosovo, Albin Kurti, en Ohrid, una localidad lacustre del norte de Macedonia.
La resolución del antiguo problema entre Serbia y su antigua provincia de Kosovo ha cobrado importancia a medida que se recrudece la guerra en Ucrania y aumentan los temores de que Rusia intente sembrar la inestabilidad en la inestable región, donde ejerce una influencia histórica.
El mes pasado, Vucic y Kurti se reunieron en Bruselas y alcanzaron un acuerdo provisional sobre un plan de 11 puntos de la UE para normalizar las relaciones entre ambos vecinos tras la guerra de 1998-99 y la declaración de independencia de Kosovo en 2008.
Pero tras la presión de los grupos de extrema derecha serbios, cada vez más ruidosos, el líder populista serbio Vucic pareció dar marcha atrás, prometiendo que nunca reconocería a Kosovo como Estado independiente ni permitiría su ingreso en las Naciones Unidas.
“Cuando alguien firme algo, yo lo firmaré, y el pueblo decidirá sobre ello”, dijo Vucic a la prensa el jueves. “En cuanto a firmar algo (en Ohrid), no planeo nada”.
Los mediadores de la UE y Estados Unidos afirman que la reunión de Ohrid se centrará en la forma de aplicar el acuerdo provisional, que prevé que los dos países mantengan relaciones de buena vecindad, reconozcan mutuamente sus documentos oficiales y símbolos nacionales, y que Belgrado permita a Pristina solicitar su adhesión a la UE y a la ONU.
Las tensiones entre Serbia y Kosovo, cuya independencia reconocen muchos países occidentales, pero a la que se opone Belgrado con el respaldo de Rusia y China, han ido en aumento. Las conversaciones auspiciadas por la UE han avanzado poco en los últimos años.
Serbia ha mantenido estrechos lazos con Rusia, su tradicional aliado eslavo, a pesar de la guerra en Ucrania, en parte por la oposición de Moscú a la independencia de Kosovo.
Vucic dijo el jueves que, por ahora, Serbia no se sumará a las sanciones de la UE contra Rusia por su agresión en Ucrania. Serbia, Estado candidato a la UE, es el único país europeo, además de Bielorrusia, que ha ignorado el embargo.
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