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Un octavo coronel ruso habría muerto en Ucrania, mientras las tropas de Vladimir Putin siguen sufriendo importantes reveses a más de un mes de la guerra.
El coronel Denis Kurilo fue “liquidado” por soldados ucranianos en medio de combates cerca de Kharkiv a principios de esta semana, dijo el ejército ucraniano.
Los funcionarios occidentales creen que alrededor de 20 generales rusos fueron desplegados en Ucrania, lo que significa que si se confirman todas las muertes reportadas, casi la mitad han muerto en acción desde que la invasión comenzó el 24 de febrero.
El Sr. Kurilo estaba al mando de la 200ª brigada de fusiles motorizados y había estado dirigiendo el empuje de Rusia hacia la segunda ciudad más grande de Ucrania.
El centro urbano, de mayoría rusófona, ha sido objeto de intensos bombardeos por parte de las tropas del Kremlin, pero sigue bajo el control de Ucrania.
La invasión rusa no ha ido según lo previsto y se cree que ha progresado mucho más lentamente de lo que el Kremlin había anticipado.
El Sr. Kurilo es la última figura militar de alto nivel que ha sido eliminada.
Rusia ha perdido entre 7.000 y 15.000 soldados desde que estallaron los combates el 24 de febrero, según los militares occidentales.
Ucrania dijo que 1.500 de esas pérdidas se produjeron al ser destruidos dos grupos de batallones de la 200ª brigada.
También se reveló que el teniente coronel Dmitry Dormidontov fue asesinado la semana pasada y su funeral se celebró en Rusia el miércoles.
Una fuente de la región rusa de Tatarstán dijo: “El comandante de la división de artillería de cohetes, el teniente coronel Dmitry Pavlovich Dormidontov, murió mientras estaba de servicio.
“Una mina enemiga impactó exactamente en su refugio, donde había tres oficiales: un comandante de división, un comandante de batallón y un controlador de aviones”.
En los últimos días han continuado los intensos combates en varias ciudades y zonas de Ucrania, a pesar de la promesa de conversaciones de paz del martes.
Las fuerzas rusas bombardearon áreas alrededor de la capital de Ucrania y otra ciudad durante la noche, dijeron los líderes regionales el miércoles, apenas horas después de que Moscú se comprometió a reducir las operaciones militares en esos lugares.
El bombardeo atenuó aún más el optimismo sobre cualquier progreso en las conversaciones destinadas a poner fin a la castigada guerra.
Rusia no explicó con exactitud lo que planeaba hacer de forma diferente, y aunque la promesa suscitó inicialmente la esperanza de que se vislumbrara un camino hacia la paz, el presidente ucraniano y otros advirtieron que las declaraciones podrían ser meras fanfarronadas y el portavoz del Kremlin dijo que no veía ningún avance en las conversaciones.
Las autoridades ucranianas dijeron que los bombardeos rusos afectaron a viviendas, tiendas, bibliotecas y otras “infraestructuras civiles” en la ciudad norteña de Chernihiv y en las afueras de la capital, Kiev.
Los bombardeos se produjeron mientras el Ministerio de Defensa del Reino Unido advertía de que, aunque las fuertes pérdidas han obligado a algunas unidades rusas a regresar a Bielorrusia y Rusia, Moscú probablemente compensaría cualquier reducción de las maniobras terrestres con ataques masivos de artillería y misiles.
El ejército ucraniano, por su parte, dijo que las tropas rusas estaban intensificando sus ataques en torno a la ciudad oriental de Izyum y la región oriental de Donetsk, tras redesplegar algunas unidades de otras zonas.
A medida que la guerra desatada hace cinco semanas por Moscú avanzaba, también lo hacían las consecuencias más allá de las fronteras de Ucrania.
La ONU dijo que el número de refugiados que huyen del país ya ha superado la asombrosa cifra de cuatro millones, mientras que la potencia industrial europea, Alemania, emitió una advertencia sobre sus suministros de gas natural en medio de la preocupación de que Rusia podría cortar las entregas a menos que se pague en rublos.
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