El Papa advierte al personal del Vaticano que un “demonio elegante” acecha entre ellos

El Papa Francisco ha advertido a los burócratas del Vaticano que tengan cuidado con el demonio que les acecha, diciendo que es un “demonio elegante” que actúa en las personas que tienen una forma rígida y más santa de vivir la fe católica.

Francisco aprovechó su felicitación anual de Navidad a la Curia Romana para volver a poner sobre aviso a los cardenales, obispos y sacerdotes que trabajan en la Santa Sede de que no están en absoluto exentos de reproche y que, de hecho, son especialmente vulnerables al mal.

Francisco les dijo que, por vivir en el seno de la Iglesia católica, “podríamos caer fácilmente en la tentación de pensar que estamos a salvo, que somos mejores que los demás, que ya no necesitamos conversión.”

“Sin embargo, estamos en mayor peligro que todos los demás, porque nos acosa el “demonio elegante”, que no hace una entrada ruidosa, sino que viene con flores en la mano”, dijo Francisco a los eclesiásticos en la Sala de las Bendiciones del Palacio Apostólico.

Francisco ha utilizado durante mucho tiempo su discurso de Navidad para reprender a los burócratas del Vaticano, haciéndoles un típico “examen de conciencia” al estilo jesuita para ayudarles a arrepentirse en el período previo a la Navidad.

Este año no fue diferente, pero Francisco parecía querer apuntar más ampliamente a los conservadores y tradicionalistas que se han convertido en los mayores críticos del Papa. Francisco arremetió contra su forma de vivir la fe, insistiendo en que ser católico no significa seguir una serie de dictámenes que nunca cambian, sino que es más bien un “proceso de comprensión del mensaje de Cristo que nunca termina, sino que nos desafía constantemente.”

“La verdadera herejía consiste no sólo en predicar otro evangelio, como nos decía san Pablo, sino también en dejar de traducir su mensaje a las lenguas y a las formas de pensar de hoy”, dijo Francisco.

Los críticos conservadores del Papa han acusado a Francisco de herejía por algunos de sus gestos y predicaciones, como abrir la puerta a que los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente puedan acceder a los sacramentos.