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La autoridad electoral de la India comenzó el jueves el recuento de votos en las elecciones de cinco estados que son una prueba crucial para el partido nacionalista hindú Bharatiya Janata del primer ministro Narendra Modi antes de las elecciones nacionales de 2024.
Se espera que todos los resultados estén disponibles a lo largo del día.
El BJP ha ganado con rotundidad dos veces en la escena nacional bajo el mando de Modi, cuya marca de nacionalismo muscular le ha convertido en el político más destacado de la India en décadas. Su partido ya se ha impuesto en cuatro de los cinco estados -Uttar Pradesh, Punjab, Uttarakhand, Manipur y Goa- en los que los votantes acudieron a las urnas hace más de un mes para depositar su voto.
La mayoría de los sondeos a pie de urna sugieren que el BJP mantendrá el poder en Uttar Pradesh, el estado más poblado de la India, con más de 230 millones de habitantes. El estado clave del norte está gobernado por Yogi Adityanath, un monje hindú convertido en político muy divisivo cuyo ascenso ha estado marcado por la retórica antimusulmana y la violencia.
En los estados de Uttarakhand, Manipur y Goa, se espera que el partido de Modi mantenga el poder en solitario o con aliados regionales, según pronostican las encuestas a pie de urna.
Se espera que el partido del Congreso pierda el poder en el estado norteño de Punjab en favor del Partido Aam Aadmi, que se formó en 2013 para eliminar la corrupción y que desde entonces ha gobernado Delhi durante dos mandatos consecutivos.
En las últimas elecciones estatales de Uttar Pradesh en 2017, el BJP y sus aliados arrasaron en las urnas. Los resultados de entonces se atribuyeron en gran medida a la popularidad de Modi y a su política de prioridad hindú, y volvió a ser primer ministro para un segundo mandato consecutivo en las elecciones generales de 2019.
El BJP ha estado sometido a una inmensa presión para dirigir una economía que se tambaleaba incluso antes de la pandemia del COVID-19, siendo el desempleo un tema clave entre los votantes. Las elecciones son también las primeras después de que un calamitoso aumento de las infecciones desatara la ira, y muchos acusaron al gobierno de Adityanath de mala gestión.
En el periodo previo a las elecciones, el partido prometió impulsar el desarrollo y atraer a los votantes con medidas de bienestar. Pero su mensaje principal se basaba en proyectos de gran envergadura que combinaban la religión con las infraestructuras, proyectos que, según los analistas, pretendían complacer a la base hindú del BJP. Pero las incertidumbres sobre el resultado de la votación han aumentado por las múltiples deserciones hacia la principal oposición en el estado, el Partido Samajwadi, cuyo atractivo secular ha atraído a votantes de una amplia gama de castas, así como a la comunidad musulmana.
Otro interrogante es si los agricultores, un influyente bloque de votantes, apoyarán al BJP. Muchos siguen enfadados con Modi por haber impulsado leyes agrícolas que provocaron un año de protestas antes de que cediera a la presión y las revocara en noviembre.
Este enfado ha marcado el tono de las encuestas en el cercano estado de Punjab, considerado el “tazón de cereales” de la India, y el estado en el que el BJP está luchando por desbancar al partido del Congreso de la oposición. Las protestas fueron encabezadas por los sijs del Punjab, y los agricultores acamparon en las afueras de Nueva Delhi durante todo un año antes de que Modi revocara las leyes.
El BJP tiene una presencia relativamente pequeña en el Punjab, pero hizo campaña allí con aliados regionales para reforzar su incipiente base de votantes. Punjab, donde la gente está profundamente orgullosa del sincretismo religioso de su estado, es una prueba para el alcance nacionalista hindú del partido de Modi, que ha florecido en la mayor parte del norte de la India desde 2014.
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