El presidente palestino, Mahmud Abbas, no expresó el martes ningún arrepentimiento por el mortífero atentado perpetrado por militantes palestinos contra atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich hace medio siglo, y replicó que Israel había cometido “holocaustos” contra los palestinos a lo largo de los años.
Once atletas israelíes y un policía alemán murieron después de que miembros del grupo militante palestino Septiembre Negro tomaran rehenes en la Villa Olímpica el 5 de septiembre de 1972. En el momento del ataque, el grupo estaba vinculado al partido Fatah de Abbas.
Cuando se le preguntó si, como líder palestino, tenía previsto pedir disculpas a Israel y a Alemania por el atentado antes del 50º aniversario, el mes que viene, Abbas respondió citando las acusaciones de atrocidades cometidas por Israel desde 1947.
“Si queremos repasar el pasado, adelante”, dijo Abbas a los periodistas tras una reunión con el canciller alemán Olaf Scholz en Berlín. “Tengo 50 matanzas que cometió Israel”.
De pie junto a Scholz, Abbas utilizó explícitamente la palabra “Holocaustos” en su respuesta, provocando una mueca del canciller alemán. Alemania ha sostenido durante mucho tiempo que el término sólo debe utilizarse para describir el singular crimen de los nazis de matar a seis millones de judíos antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
Aunque Scholz no reprendió públicamente a Abbas por utilizar el término “Holocausto”, antes rechazó la descripción que hizo el líder palestino del trato que da Israel a los palestinos como “apartheid”. Scholz también dijo que no creía que hubiera llegado el momento de reconocer la condición de Estado de Palestina, que Abbas pidió en repetidas ocasiones.
El presidente palestino sí dijo que estaba comprometido con la creación de confianza y la consecución de una solución pacífica al conflicto con Israel.
“Por favor, vengan a la paz”, dijo. “Por favor, vengan a la seguridad, construyamos la confianza entre nosotros y ustedes. Esto es mejor que otro tipo de conversaciones”.
Semanas antes de la sombría conmemoración prevista para el 50º aniversario del atentado de Múnich, Alemania también se ha visto envuelta en una polémica por su trato con los familiares de los israelíes asesinados.
Las familias de las víctimas anunciaron la semana pasada que planeaban boicotear la ceremonia tras no llegar a un acuerdo sobre una mayor indemnización por parte del gobierno alemán.
Los familiares de los atletas llevan mucho tiempo acusando a Alemania de no haber asegurado la Villa Olímpica, de haber rechazado la ayuda israelí y de haber estropeado una operación de rescate en la que también murieron cinco de los atacantes.
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