El presidente Joe Biden tiene previsto proponer el lunes un presupuesto para el año fiscal 2023 que recortaría los déficits previstos en más de un billón de dólares durante la próxima década, según documentos obtenidos por The Associated Press.
Los déficits más bajos reflejan el resurgimiento de la economía a medida que Estados Unidos sale de la pandemia, así como los probables cambios en el código tributario que recaudarían ingresos más que suficientes para compensar las inversiones adicionales previstas por la administración Biden. Es una señal de que el balance del gobierno mejorará después de una explosión histórica de gastos para combatir el coronavirus.
El desvanecimiento de la pandemia y el crecimiento han permitido que el déficit baje de 3,1 billones de dólares en el año fiscal 2020 a 2,8 billones el año pasado y a 1,4 billones previstos para este año. Ese gasto deficitario se tradujo en una expansión de la economía a un ritmo del 5,7% el año pasado, el mayor crecimiento desde 1984. Sin embargo, la inflación, la más alta de los últimos 40 años, también acompañó a esas sólidas ganancias, ya que los altos precios han pesado en la popularidad de Biden.
Biden heredó de la administración Trump un déficit presupuestario que equivalía al 14,9% de toda la economía estadounidense. Pero el déficit a partir del año fiscal 2023 estará por debajo del 5% de la economía, poniendo al país en una senda más sostenible, según personas familiarizadas con la propuesta presupuestaria que insistieron en el anonimato para discutir los próximos detalles.
Los totales de déficit más bajos también serán más fáciles de gestionar incluso si los tipos de interés suben.
La disminución del déficit prevista para el año fiscal 2022 refleja la sólida recuperación de la contratación que se produjo en gran parte debido al paquete de ayuda a la coronación de Biden, de 1,9 billones de dólares. Los puestos de trabajo añadidos significan ingresos fiscales adicionales, y es probable que el gobierno recaude 300.000 millones de dólares más en ingresos en comparación con el año fiscal 2021, un aumento del 10%.
Aun así, el país se enfrentará a varias incertidumbres que podrían reconfigurar el presupuesto, que tendrá cifras que no incluyen el ómnibus de gasto que se firmó como ley. Biden y los aliados de Estados Unidos también están prestando ayuda a Ucrania tras la invasión rusa, una guerra que podría remodelar las prioridades de gasto y las perspectivas económicas más amplias.
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