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El primer ministro holandés condenó el miércoles una violenta protesta de los agricultores ante el domicilio del ministro de Agricultura del país, en medio de las manifestaciones cada vez más audaces contra los planes del gobierno para frenar la contaminación.
Un pequeño grupo de agricultores se enfrentó el martes por la noche a la policía apostada frente a la casa de Christianne van der Wal, la ministra del gabinete que supervisa las reformas de Holanda para frenar la contaminación. Esparcieron estiércol en una calle cercana. En otra protesta, los agricultores atacaron un coche de policía.
La violencia coronó un segundo día consecutivo de protestas que incluyó la quema de fardos de heno cerca de las carreteras y el bloqueo de las autopistas de todo el país con tractores que circulaban lentamente o estaban aparcados.
El legislador democristiano Derk Boswijk tuiteó el miércoles que se quedaba en casa después de que su familia, incluidos sus hijos de 4 y 7 años, “recibiera una visita”. Y añadió: “Esta forma de manifestarse no sirve para nada. Basta!”
“Pueden manifestarse, pero de forma civilizada”, dijo el primer ministro Mark Rutte desde una cumbre de la OTAN en Madrid. “Así que no bloqueen las carreteras, no lancen fuegos artificiales frente a la casa de un ministro y esparzan estiércol y… asusten a dos niños, y pongan en peligro a las familias”.
El jefe de la policía nacional holandesa también se pronunció, diciendo que los agentes han multado a docenas de agricultores en los últimos días y han impedido más bloqueos de carreteras.
“El derecho a manifestarse es un gran activo, pero tiene sus límites”, dijo el comandante de la policía Willem Woelders. “Si hay una alteración del orden público o se cometen delitos, tomaremos medidas”.
El lucrativo sector agrícola holandés protesta contra una propuesta, aprobada por los legisladores el martes, para reducir las emisiones de contaminantes como el óxido de nitrógeno y el amoníaco en un 50% para 2030.
Los gobiernos provinciales disponen de un año para elaborar las medidas de reducción, entre las que se incluye la compra de algunas explotaciones ganaderas que producen grandes cantidades de amoníaco.
Los agricultores sostienen que se les está atacando injustamente y que se les muestra poca preocupación por su futuro.
Según un grupo de presión agrícola nacional, LTO, hay casi 54.000 empresas agrícolas en los Países Bajos con exportaciones que suman 94.500 millones de euros (unos 99 millones de dólares) en 2019.
La protesta en la casa de Van der Wal se produjo en la víspera de un anuncio del gobierno que planeaba criminalizar la práctica, conocida como doxing, de publicar en línea detalles personales como direcciones de casas como medio de intimidación.
La legislación forma parte de un paquete más amplio de medidas anunciadas por el Ministerio de Justicia y Seguridad que, según dice, pretende salvaguardar la libertad de prensa.
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