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Benjamín Netanyahu se dispone a dirigir Israel por tercera vez después de que su rival Yair Lapid reconociera su derrota el jueves por la noche tras las elecciones de esta semana.
En un comunicado se dice que Lapid ha felicitado a Netanyahu y ha dado instrucciones a su oficina para que prepare una transición organizada del poder.
“El Estado de Israel está por encima de cualquier consideración política”, dijo Lapid.
“Deseo que Netanyahu tenga éxito, por el bien del pueblo de Israel y del Estado de Israel”.
El Sr. Lapid, que ha actuado como primer ministro interino durante los últimos cuatro meses, hizo el anuncio después de que el recuento de votos casi final mostrara que el Sr. Netanyahu aseguraba una mayoría parlamentaria con sus aliados religiosos y ultranacionalistas.
Se espera que el ex primer ministro forme el gobierno más derechista de la historia del país cuando asuma el poder, probablemente en las próximas semanas.
Israel celebró el martes sus quintas elecciones en cuatro años, en una prolongada crisis política en la que los votantes se dividieron sobre la aptitud de Netanyahu para ejercer el cargo mientras era juzgado por corrupción.
Se esperaba que Netanyahu y sus aliados ultranacionalistas y ultraortodoxos controlaran hasta 65 escaños en el parlamento israelí de 120 asientos, la Knesset.
Se esperaba que sus oponentes en la actual coalición, liderada por el Sr. Lapid, obtuvieran 50 o 51 escaños, y que el resto fuera ocupado por un pequeño partido árabe no afiliado.
La victoria de Netanyahu y su cómoda mayoría pone fin a la inestabilidad política de Israel, por ahora.
Pero deja a los israelíes divididos sobre su liderazgo y sobre los valores que definen su Estado: Judío o democrático.
Se espera que el principal socio de Netanyahu en el gobierno sea el partido de extrema derecha Sionismo Religioso, cuyo principal candidato, Itamar Ben-Gvir, es discípulo de un rabino antiárabe.
El Sr. Ben-Gvir dice que quiere acabar con la autonomía palestina en partes de Cisjordania.
El sionismo religioso ha prometido promulgar cambios en la legislación israelí que podrían hacer desaparecer los problemas legales del Sr. Netanyahu y, junto con otros aliados nacionalistas, quieren debilitar la independencia del poder judicial y concentrar más poder en manos de los legisladores.
El líder del partido, Bezalel Smotrich, un colono de Cisjordania que ha hecho comentarios antiárabes, tiene la vista puesta en el ministerio de Defensa. Eso lo convertiría en el supervisor del ejército y de la ocupación militar de Cisjordania por parte de Israel.
El polarizador Netanyahu, el líder más longevo de Israel, fue destituido en 2021 tras 12 años consecutivos en el poder por una coalición que incluía por primera vez en la historia de Israel un pequeño partido árabe.
La coalición se derrumbó en la primavera debido a las luchas internas.
Netanyahu es acusado de fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos en una serie de escándalos en los que están implicados socios ricos y magnates de los medios de comunicación.
Él niega haber actuado mal y considera que el juicio es una caza de brujas contra él orquestada por unos medios de comunicación hostiles y un sistema judicial sesgado.
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