El representante de Carolina del Norte, Cawthorn, busca su nominación después de los pasos en falso

El congresista estadounidense Madison Cawthorn se enfrenta este martes a siete aspirantes en las primarias republicanas de Carolina del Norte, una prueba temprana de si los votantes concederán al incendiario pro-Donald Trump otro mandato a pesar de sus tropiezos personales y políticos.

Varios líderes del GOP se han alejado del congresista de 26 años, y algunos citan una serie de errores no forzados, como llamar al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy “matón” después de que Rusia invadiera su país. Cawthorn también enfureció a sus compañeros republicanos en el Congreso cuando afirmó en un podcast que había sido invitado a una orgía en Washington.

Cawthorn ha apostado por su exitosa recaudación de fondos, su presencia en las redes sociales y su apoyo vocal al ex presidente para ayudarle a ganar de nuevo la nominación del 11º distrito del Congreso.

El senador estatal Chuck Edwards, principal rival de Cawthorn, recibió el apoyo del senador estadounidense Thom Tillis y de los principales líderes legislativos del GOP del estado. Un super PAC aliado con Tillis publicó anuncios contra Cawthorn, uno de los cuales lo calificó de “vergüenza imprudente” y “desastre deshonesto”.

Las primarias están abiertas a los votantes republicanos y no afiliados. El candidato principal debe obtener más del 30% de los votos para evitar una segunda vuelta en julio. El ganador final se enfrentará a los candidatos demócratas y libertarios en otoño. Seis candidatos se presentaron a las primarias demócratas del martes.

A los pocos días de tomar posesión del cargo, a principios de 2021, Cawthorn intervino en la manifestación “Stop the Steal”, que cuestionaba la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales y que precedió a la insurrección del 6 de enero en el Capitolio. Cawthorn no tardó en convertirse en uno de los principales portavoces de las políticas “America First” de Trump y de los conservadores en las guerras culturales. Trump le ha apoyado.

Cawthorn llamó recientemente “matón” al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy después de que Rusia invadiera su país.

Además del comentario sobre ser invitado a una orgía, Cawthron dijo que había visto a líderes del movimiento para acabar con la drogadicción consumir cocaína. El líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, le reprendió públicamente por sus comentarios.

Cawthorn ha sido detenido por la policía con citaciones para conducir tres veces desde octubre y ha sido sorprendido con armas en los controles de los aeropuertos dos veces desde el año pasado, incluyendo el mes pasado. Y los vídeos publicados en las últimas semanas de la campaña mostraban a Cawthorn en poses sexualmente sugerentes, que según él eran de hace varios años, con la intención de ser gracioso y nada más.

Cawthorn reconoció el exceso de velocidad y las citaciones de armas como fallos, pero dijo que los vídeos eran parte de una “campaña de goteo” de sus enemigos políticos, entre los que ha incluido a algunos republicanos, para inundar el distrito con historias negativas.

Cawthorn fue visto como una estrella en ascenso por muchos conservadores cuando en 2020 ganó una segunda vuelta en las primarias para el escaño que dejaba vacante Mark Meadows, jefe de gabinete de Trump.

Cawthorn, que utiliza una silla de ruedas tras quedar parcialmente paralizado por un accidente de coche cuando era adolescente, cumplió 25 años -la edad mínima exigida por la Constitución para servir en la Cámara- durante la campaña de 2020.

En un post de víspera de las elecciones en su sitio de medios sociales Truth Social, Trump pidió a los votantes de las primarias que lo apoyaran de nuevo: “Recientemente, cometió algunos errores tontos, que no creo que vuelva a cometer… ¡demos a Madison una segunda oportunidad!”.

Su mayor error político puede haber ocurrido el otoño pasado, cuando decidió postularse para un escaño diferente en la Cámara de Representantes de EE.UU. que podría haber llevado a una oferta de reelección más fácil, sólo para volver al Distrito 11 cuando el litigio de redistribución de distritos cambió las líneas de nuevo. Edwards y otros acusan a Cawthorn de intentar alejarse de sus electores por conveniencia política.