El secretario de estado de New Hampshire dejará el cargo

Bill Gardner, el secretario de estado con más años de servicio en la nación y que se ganó la reputación de defender ferozmente la posición de New Hampshire al frente del calendario de primarias presidenciales, dijo el lunes que dejará el cargo esta semana.

Gardner, de 73 años, fue elegido por primera vez por la Legislatura en 1976. Fue reelegido para su 23º período de dos años en 2020 sin oponentes. Históricamente, enfrentó poca competencia hasta 2018, cuando derrotó al ex candidato a gobernador Colin Van Ostern por solo cuatro votos.

Dijo que transferirá el poder al subsecretario de Estado, David Scanlan.

Gardner ha protegido incondicionalmente la primera primaria presidencial de New Hampshire en la nación. La ley de New Hampshire requiere que las primarias presidenciales del estado se celebren al menos siete días antes de cualquier contienda similar, y le otorga al secretario de estado autoridad exclusiva para fijar la fecha.

En 2020, la carrera de las primarias presidenciales de New Hampshire del 11 de febrero estuvo bajo un escrutinio adicional después de que los caucus iniciales de Iowa se hundieran en el caos, con problemas técnicos y resultados que permanecieron confusos durante días.

Luego vino la pandemia de coronavirus, que creó desafíos para las elecciones municipales y las tradicionales reuniones municipales en marzo, seguidas de las primarias estatales de septiembre y las elecciones generales de noviembre. El estado amplió temporalmente la elegibilidad para votar en ausencia para aquellos preocupados por la pandemia, y se implementaron amplias medidas de seguridad en las urnas. Todo eso influyó en su decisión de postularse nuevamente en 2020, dijo Gardner.

Gardner, un demócrata, no ha aceptado tradicionalmente donaciones de campaña.

“Eso para mí es extremadamente importante para proteger la tradición no partisiana de esta oficina”, dijo en ese momento.

En los últimos años, Gardner fue criticado por los demócratas por su participación en la comisión del ex presidente Donald Trump sobre fraude electoral y por respaldar la legislación republicana para endurecer las reglas de registro de votantes. Eso creó una oportunidad para Van Ostern, quien hizo campaña durante meses en una plataforma para modernizar la oficina, responsabilizarla y resistir lo que consideraba medidas de supresión de votantes.