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El Senado se dispone a ratificar el ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN, un paso crucial para ampliar rápidamente la alianza militar occidental con una muestra de apoyo de Estados Unidos en respuesta a la guerra de Rusia con Ucrania.
Los senadores han invitado a los embajadores de los países a presenciar el histórico debate y votación del miércoles, que abriría una nueva era para la Organización del Tratado del Atlántico Norte. El presidente Joe Biden ha buscado una rápida entrada para los dos aliados del norte de Europa, que hasta ahora no estaban alineados militarmente, y la aprobación de la resolución de ratificación cuenta con un amplio apoyo bipartidista en el Congreso.
“Nuestra alianza de la OTAN es el cimiento que ha garantizado la democracia en el mundo occidental desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, dijo el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, demócrata de Nueva York.
Schumer dijo que él y el líder republicano Mitch McConnell, republicano de Kentucky, se habían comprometido con los líderes del país a que el Senado aprobaría la resolución de ratificación “tan rápido como pudiéramos” para reforzar la alianza “a la luz de la reciente agresión rusa.”
Los 30 países miembros de la OTAN están estudiando la incorporación después de que Suecia y Finlandia dejaran de lado su antigua postura de no alineación militar. Fue un cambio importante de los acuerdos de seguridad para los dos países después de que la vecina Rusia lanzara su guerra contra Ucrania a principios de este año.
Estados Unidos y sus aliados europeos se han unido con una nueva asociación frente a la agresión del presidente ruso Vladimir Putin, fortaleciendo la alianza de la OTAN formada por primera vez después de la Segunda Guerra Mundial.
Biden envió los protocolos al Senado para su revisión en julio, iniciando un proceso notablemente rápido en el Congreso, típicamente dividido y más lento.
Cada país miembro de la OTAN debe aprobar la adhesión de nuevos miembros. El proceso tuvo problemas cuando Turquía planteó su preocupación por la incorporación de Suecia y Finlandia, en parte porque considera que ambos países son blandos con los grupos turcos kurdos prohibidos en el exilio. Pero el proceso ha seguido avanzando a pesar de esas primeras reservas.
Se espera que el miércoles el Senado inicie varias horas de debate, incluso sobre dos enmiendas, antes de la votación final.
Una enmienda del senador Rand Paul, republicano de Kentucky, aseguraría que la garantía de la OTAN de defender a sus miembros no sustituya el papel formal del Congreso en la autorización del uso de la fuerza militar. Otra del senador Dan Sullivan, republicano de Alaska, declararía que todos los miembros de la OTAN deberían gastar un mínimo del 2% de su producto interior bruto en defensa y el 20% de sus presupuestos de defensa en “equipos importantes, incluyendo investigación y desarrollo.”
La financiación de la OTAN se disparó como una de las principales preocupaciones durante la era Trump, incluso entre algunos republicanos, pero esas cuestiones han perdido protagonismo ante la guerra de Rusia en Ucrania.
McConnell ha asumido un papel de liderazgo instando al apoyo del GOP a la OTAN y prometiendo durante Suecia y Finlandia que se aprobaría rápidamente la adhesión durante su propia visita a Kiev y la región a principios de este año.
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