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Un hombre sospechoso de haber disparado a al menos cinco indigentes en Washington DC y Nueva York puso música en su teléfono móvil en los momentos posteriores a uno de los ataques mortales, según la policía.
Gerald Brevard III, de 30 años, fue detenido el martes en la capital del país tras una intensa persecución por ambas ciudades. Los fiscales dijeron que el Sr. Brevard fue identificado después de que un viejo amigo lo reconociera en las fotos de vigilancia emitidas por la policía y se pusiera en contacto con los investigadores.
El Sr. Brevard está acusado de acosar y disparar a cinco indigentes -dos de ellos mortalmente- mientras dormían en las calles de Nueva York y Washington durante un periodo de 10 días este mes.
La policía vinculó los casos a través de las pruebas de balística, los registros telefónicos y las publicaciones del Sr. Brevard en las redes sociales, dijeron los fiscales en su comparecencia el miércoles.
Se ordenó la detención del sospechoso sin fianza por un cargo de asesinato en primer grado en relación con la muerte de Morgan Holmes, de 54 años de edad, que fue encontrado con un disparo y apuñalado dentro de una tienda de campaña en llamas en Washington.
El Sr. Brevard, del que se dice que tiene un amplio historial de antecedentes penales y de enfermedades mentales, no ha sido acusado formalmente de los otros tiroteos, el primero de los cuales ocurrió alrededor de las 4 de la madrugada del 3 de marzo, cuando un hombre resultó herido en el sector noreste de Washington.
El segundo tiroteo conocido se produjo poco antes de la 1.30 de la madrugada del 8 de marzo, cuando un vídeo de vigilancia captó a un hombre gritando “no, no, no” y “por favor, no disparen” después de que se produjera un disparo que le hirió, según los documentos judiciales.
Minutos más tarde, el vídeo supuestamente mostraba al sospechoso sentado en un bordillo a una manzana de distancia y poniendo música desde su teléfono.
La jueza Tanya Jones Bosier citó ese detalle entre las múltiples razones para denegar la libertad bajo fianza al Sr. Brevard, diciendo que supuestamente había puesto la música “como si hubiera algún tipo de diversión” después del tiroteo.
Aproximadamente 24 horas después del segundo tiroteo, Holmes fue encontrado muerto dentro de una tienda de campaña en llamas. Inicialmente se pensó que había sufrido quemaduras mortales, pero la autopsia reveló que había muerto por múltiples heridas de arma blanca y de bala.
Los fiscales dijeron que el sospechoso fue captado en un vídeo de vigilancia vertiendo gasolina en un vaso en una gasolinera cercana unos 30 minutos antes de que Holmes fuera descubierto.
Los tres tiroteos tuvieron lugar a menos de dos millas de distancia entre sí, con el primero y el tercero separados sólo por media milla.
“Se trata de una inquietante escalada de comportamiento violento, en particular contra personas que ya son vulnerables porque viven en la calle”, dijo la fiscal adjunta de Estados Unidos, Sarah Santiago, en la audiencia del miércoles, calificando los tiroteos de “no provocados”.
Tres horas después de que se encontrara el cuerpo de Holmes, el 9 de marzo, el Sr. Brevard supuestamente abordó un tren en la estación Union de Washington y se dirigió a la ciudad de Nueva York, donde fue visto en las imágenes de vigilancia en la estación Penn de Manhattan el 12 de marzo.
El cuarto ataque tuvo lugar sobre las 4.30 de la madrugada de ese día, cuando un hombre de 38 años que dormía en la calle junto al túnel Holland recibió un disparo en el brazo.
El pistolero huyó del lugar de los hechos y pasó a disparar mortalmente a otro hombre en el barrio del SoHo de Manhattan 90 minutos después, según la policía. La víctima no identificada fue encontrada muerta por heridas de bala en la cabeza y el cuello dentro de su saco de dormir, según la oficina del médico forense de Nueva York.
La policía de Nueva York publicó el domingo imágenes de vigilancia de los ataques en Manhattan y compartió la creencia de los investigadores de que los dos tiroteos estaban relacionados con los otros tres en Washington.
Las autoridades advirtieron a las personas sin hogar que buscaran refugio del presunto asesino en serie.
Los alcaldes Muriel Bowser, de Washington, y Eric Adams, de Nueva York, ofrecieron el lunes una sesión informativa conjunta en la que instaron a los testigos a presentarse, mientras se ofrecía una recompensa de 70.000 dólares por información que condujera a la captura del sospechoso.
Horas después de esa sesión informativa, la policía identificó y detuvo al Sr. Brevard en Washington después de que un informante que lo conocía llamara y proporcionara su nombre, número de teléfono y perfil de Instagram, según los documentos judiciales.
El Sr. Brevard también publicó fotos en Instagram en las que aparecía con una chaqueta negra acolchada, similar a la que llevaba el sospechoso en dos de los tiroteos, según los fiscales.
Los registros telefónicos supuestamente confirmaron que el Sr. Brevard había estado en Washington y Nueva York cuando se produjeron los tiroteos.
El abogado del Sr. Brevard, Ron Resetarits, argumentó ante el tribunal que su cliente debía ser liberado debido a las declaraciones contradictorias sobre la descripción del sospechoso dadas por los testigos en Nueva York y Washington. También señaló el hecho de que la policía hano recuperó un arma en el caso.
Su cliente, dijo, ha vivido en el área de Washington durante más de 20 años y había trabajado en una variedad de negocios, incluyendo una tienda de vinos, un club nocturno, una tienda de bagels y restaurantes.
Pero los fiscales alegaron que Brevard tenía un largo historial delictivo en Washington, Virginia y Maryland por cargos que incluían la agresión a un agente de policía y la agresión con un arma mortal. También tenía una orden de detención y no se presentó a un juicio en Maryland en 2021, dijeron los fiscales.
En un caso anterior en 2019, el Sr. Brevard fue considerado mentalmente incompetente después de una evaluación ordenada por el tribunal y fue colocado en un hospital psiquiátrico, el New York Times informó.
El padre del Sr. Brevard, Gerald Brevard Jr, dijo al Daily Beast que estaba “destrozado” por la noticia de la detención de su hijo.
“Todo esto ha sido una sorpresa. Nunca pensé que fuera violento”, dijo el martes. “Siempre fue de modales suaves”.
El anciano de 80 años dijo que ambos habían hablado el lunes y que el señor Brevard “no dijo nada fuera de lo normal”.
“Fue una conversación normal. Pero él estuvo lidiando con una enfermedad mental durante mucho tiempo. Ha entrado y salido de hospitales psiquiátricos”.
El primo del Sr. Brevard, Dearell Charlie Brevard, también dijo Daily Beast que estaba “totalmente conmocionado” por las acusaciones.
“No tenía conocimiento de su detención. Le vi por última vez hace tres meses en casa de un familiar. Estoy asombrado. Nunca esperaría esto de Gerald”, dijo el primo, señalando que no era particularmente cercano al Sr. Brevard pero que lo vio recientemente.
“¡Tengo que llamar a su padre! Averiguar qué está pasando. No puedo creerlo”, añadió.
En el transcurso de la búsqueda del Sr. Brevard, la respuesta del alcalde de Nueva York, Adam, a los incidentes violentos se convirtió rápidamente en un asunto de controversia.
Las organizaciones benéficas que trabajan con personas sin hogar denunciaron que Adams estaba presionando a los sin techo para que abandonaran las calles, después de haber puesto en marcha una política de “tolerancia cero” con los que duermen en la calle, que incluía la prohibición de tumbarse en los asientos de los trenes del metro.
La Coalición para los Sin Techo dijo que los recientes tiroteos eran “un recordatorio urgente de que muchos neoyorquinos sin techo deciden acostarse en el metro porque es donde se sienten más seguros en ausencia de viviendas y refugios de baja barrera”.
Associated Press contribuyó a este informe
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