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El liderazgo de centro-izquierda de Dinamarca ha retenido el poder en unas elecciones generales al filo de la navaja, situando a la primera ministra Mette Frederiksen en una posición fuerte para formar de nuevo un gobierno después de que su partido obtuviera el mayor número de votos.
El “bloque rojo” de Frederiksen se aseguró los 90 escaños necesarios para la mayoría parlamentaria al final del recuento del martes, con la obtención de un escaño crucial en el último minuto.
“Estoy muy emocionada y orgullosa. Hemos obtenido el mejor resultado electoral en 20 años”, dijo Frederiksen a sus partidarios a primera hora del miércoles en Copenhague.
Frederiksen, que encabeza el actual gobierno en minoría liderado por los socialdemócratas, dijo que dimitiría antes de hablar con todos los partidos sobre la formación de un nuevo gobierno con un apoyo más amplio en toda la división política.
“También está claro que ya no hay una mayoría que respalde al gobierno en su forma actual. Por lo tanto, mañana presentaré la dimisión del gobierno a la reina”, dijo Frederiksen, añadiendo que se reuniría con otros partidos para formar un nuevo gobierno.
La Sra. Frederiksen se vio obligada a convocar la votación a principios de este mes en medio de las consecuencias de la polémica decisión de su gobierno de sacrificar millones de visones como medida de respuesta a la pandemia.
El sacrificio y las escalofriantes imágenes de las fosas comunes de visones han perseguido a la Sra. Frederiksen desde 2020 y acabaron provocando grietas en el bloque de centro-izquierda.
Con todas las papeletas escrutadas, los socialdemócratas seguían siendo el primer partido de Dinamarca con el 28% de los votos, lo que les daba dos escaños más que en las anteriores elecciones de 2019. Sin embargo, hasta bien entrada la noche no estaba claro si los partidos de centro-izquierda alcanzarían juntos los 90 escaños necesarios para obtener una mayoría en el Parlamento de 179 plazas.
Los sondeos a pie de urna sugerían que se quedarían cortos, pero un escaño decisivo cambió al final del recuento de votos.
Su oponente, el ex primer ministro Lars Lokke Rasmussen, obtuvo el 9% de los votos para 16 escaños, según los resultados preliminares.
Aunque los resultados han demostrado que los votantes siguen confiando en su bloque de centro-izquierda y en la Sra. Frederiksen, ésta dijo que mantendría su ambición de acercarse también a los partidos de la oposición.
“Los socialdemócratas fueron a las elecciones para formar un gobierno amplio”, dijo. “Investigaré si se puede hacer”.
Información adicional de las agencias
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