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Los funcionarios de Colorado decidieron silenciosamente en 2021 que Elijah McClain, un hombre negro desarmado que murió durante un violento arresto en 2019, pereció debido a una inyección de ketamina de los paramédicos en la escena, según documentos recién publicados.
Tres agentes del Departamento de Policía de Aurora y dos paramédicos se enfrentan a cargos relacionados con la detención, aunque no está claro cómo procederá el caso, ya que el forense del condado de Adams decidió en julio, como parte de una investigación del gran jurado, que la forma de la muerte sigue siendo “indeterminada”, informa la Radio Pública de Colorado. Originalmente, una autopsia de 2019 consideró que tanto la causa como la forma de la muerte de McClain eran “indeterminadas”.
La policía se encontró con McClain en agosto de 2019 mientras respondía a una llamada sobre una persona sospechosa. McClain, un músico austista y terapeuta de masajes, no era buscado por ningún delito, pero la policía creía que el joven se ajustaba a la descripción de la llamada.
En el momento de su detención, llevaba un pasamontañas que, según su familia, se utilizaba para evitar que el joven anémico de 23 años tuviera escalofríos. McClain llevaba puestos los auriculares y no respondía a las llamadas de la policía, que le aplicó una llave de estrangulamiento carotídeo. Lloró, vomitó y pidió a la policía que respetara sus límites.
Poco menos de un año antes de que George Floyd fuera asesinado en circunstancias similares en Minneapolis, McClain dijo a los agentes: “No puedo respirar”, las mismas palabras de muerte que usó Floyd y que se convirtieron en un grito de guerra durante las protestas de Black Lives Matter de 2020.
Los paramédicos en la escena finalmente decidieron que McClain estaba experimentando “delirio excitado”, un diagnóstico muy controvertido que la policía suele afirmar que justifica el uso de la fuerza, aunque muchos expertos médicos duden de su credibilidad.
Los primeros intervinientes inyectaron a McClain una gran dosis de ketamina, un potente anestésico, y perdió el conocimiento mientras estaba atado a una camilla y fue declarado con muerte cerebral tres días después.
En septiembre, los agentes Randy Roedema, Nathan Woodyard y Jason Rosenblatt, y los paramédicos Jeremy Cooper y Peter Cichuniec fueron acusados de delitos como homicidio por negligencia criminal y homicidio involuntario, después de que el gobernador Jared Polis nombrara a un fiscal especial para investigar la muerte de McClain.
Los primeros en responder se declararán culpables en el caso en noviembre.
El otoño pasado, la ciudad de Aurora acordó pagar a la familia de McClain un acuerdo de 15 millones de dólares para poner fin a una demanda de derechos civiles.
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