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Los jueces de apelación de un tribunal respaldado por Naciones Unidas anularon el jueves la absolución de dos miembros del grupo militante libanés Hezbolá en el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri en 2005.
El panel de apelación de cinco jueces del Tribunal Especial para el Líbano condenó a Hassan Habib Merhi y Hussein Hassan Oneissi por cinco cargos relacionados con el asesinato, entre ellos conspiración para cometer un acto terrorista y ser cómplices de homicidio intencionado.
La decisión unánime de apelación dice que los jueces del veredicto del juicio original “cometieron errores de derecho que invalidan la sentencia y errores de hecho que ocasionan un error judicial”, dijo el tribunal en un comunicado.
Merhi y Oneissi fueron absueltos originalmente en agosto de 2020 de su participación en el asesinato frente a un hotel costero en Beirut. Un tercer miembro de Hezbolá, Salim Ayyash, fue condenado entonces como co-conspirador por cinco cargos relacionados con su participación en el atentado suicida con camión de 2005 que mató a Hariri y a otras 21 personas e hirió a 226.
Los fiscales dijeron que Merhi y Oneissi desempeñaron “un papel importante” en el complot al distribuir un vídeo con una falsa reivindicación de responsabilidad tras el atentado.
“Los actos por los que han sido condenados fueron insensibles y manipuladores, diseñados no sólo para proteger a los verdaderos autores de la justicia sino para engañar al pueblo libanés”, dijo el fiscal Norman Farrell en un comunicado.
Todos los sospechosos fueron juzgados en ausencia, ya que nunca fueron detenidos. El tribunal dijo que Merhi y Oneissi serán sentenciados en una fecha posterior y emitió nuevas órdenes de arresto para ambos hombres tras las condenas del jueves.
Farrell dijo que “la responsabilidad no termina con su condena”. Merhi y Oneissi, junto con su cómplice Salim Ayyash, siguen siendo fugitivos. La justicia exige que sean detenidos”.
El veredicto del tribunal de 2020 fue recibido con ira y decepción en algunas partes del Líbano después de que los jueces dijeran que no había pruebas de que los dirigentes de Hezbolá y Siria estuvieran implicados en el atentado, a pesar de que dijeran que el asesinato se produjo cuando Hariri y sus aliados políticos discutían pidiendo que Siria retirara sus fuerzas del Líbano.
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