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Un juez del tribunal de distrito estadounidense de Washington ha condenado este jueves a un hacker de Nintendo Switch a 40 meses de prisión federal.
Gary Bowser, de 52 años, es uno de los líderes de la empresa criminal de hackers “Team Xecuter”, una conocida banda de piratería de videojuegos, según las autoridades. La banda vendía software para piratear y descargar juegos robados en varias consolas.
Además de la consola Nintendo Switch, Team Xecuter también tenía como objetivo la Nintendo 3DS, la Nintendo Entertainment System Classic Edition, la Sony PlayStation Classic y la Xbox de Microsoft.
Bowser, ciudadano canadiense, era la cara pública del grupo y se encargaba de las relaciones públicas del Team Xecuter y de operar sus sitios web. Fue detenido en octubre de 2020 en la República Dominicana y extraditado a Estados Unidos para ser juzgado en Nueva Jersey.
En octubre de 2021 se declaró culpable de dos cargos penales: conspiración para eludir medidas tecnológicas y traficar con dispositivos de elusión, y tráfico de dispositivos de elusión. Como parte de su acuerdo de culpabilidad, Bowser aceptó pagar 4,5 millones de dólares en concepto de restitución a Nintendo.
Los agentes federales dijeron que causó una pérdida de unos 65 millones de dólares (unos 48 millones de libras) a las empresas de juegos.
En un comunicado, la compañía de juegos dijo: “Nintendo agradece el duro trabajo y los incansables esfuerzos de los fiscales federales y de las fuerzas del orden para frenar las actividades ilegales a escala mundial que causan un grave daño a Nintendo y a la industria de los videojuegos.”
El fiscal estadounidense Nick Brown dijo que el daño causado por “Bowser y Team Xecuter va más allá del causado a los fabricantes de consolas, perjudicando a los desarrolladores de videojuegos y a los pequeños estudios creativos cuyos productos y trabajo duro son esencialmente robados cuando los juegos son pirateados”.
En un principio, los fiscales federales querían pedir una condena de 60 meses de prisión contra Bowser. Habían dicho que pretendían “enviar un mensaje” como elemento disuasorio para otros grupos de piratas informáticos similares.
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