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La Universidad de Stanford está condenando e investigando como delito de odio una serie de incidentes antisemitas que tuvieron lugar en su campus la semana pasada, en los que se encontraron esvásticas y una imagen parecida a Adolf Hitler en la puerta de la residencia de un estudiante judío.
Las imágenes fueron descubiertas en una pizarra pegada a la puerta del dormitorio del estudiante, lo que la escuela describió como una “amenaza descarada a un estudiante individual”.
El departamento de seguridad pública de la universidad está investigando el incidente como un delito de odio.
El estudiante cuyo dormitorio fue atacado habló con el Stanford Dailyel periódico estudiantil de la universidad, sobre el vandalismo.
El estudiante, que no quiso identificarse por miedo a ser acosado, dijo: “Esto hace que mi vida me parezca bastante hostil”. “Es muy inquietante pensar que estaba en mi habitación durmiendo y alguien estaba fuera de mi puerta haciendo esto”.
En respuesta al incidente, la escuela publicó un aviso en su sitio de Daños a la Identidad Protegida, instando a los estudiantes a denunciar cualquier incidente de conducta de odio o discriminatoria.
El aviso afirma que “el antisemitismo y otros actos de odio e intolerancia son inaceptables en este campus”.
Este incidente es el último de una serie de delitos motivados por el odio en el campus. Anteriormente, una semana antes del incidente de la puerta de la residencia, se habían pintarrajeado imágenes antisemitas en un aseo de hombres, y el 28 de febrero se había vandalizado otro aseo con múltiples cruces gamadas, la palabra “N” y las letras “KKK”. Stanford clasificó ambos incidentes como delitos de odio según la legislación de California.
En respuesta a estos incidentes, la escuela ha reiterado su compromiso de combatir el odio en el campus.
En una declaración, la universidad dijo que: “Vandalizar la propiedad particularmente con palabras destinadas a amenazar e intimidar a las personas (específicamente en este caso a las comunidades negra y judía) es contrario a los valores de Stanford,” y que tal comportamiento es “absolutamente inaceptable en nuestra comunidad.”
A pesar de los esfuerzos de la universidad, no se ha identificado al autor de ninguno de los incidentes.
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