En Austria ha entrado en vigor un mandato nacional de vacunación contra el coronavirus, y los no vacunados se enfrentan a grandes multas si se niegan a cumplirlo.
La nueva ley, que se aplica a todos los mayores de 18 años, excepto a las mujeres embarazadas y a los exentos por razones médicas, convierte a Austria en el primer país de Europa que obliga a todos sus ciudadanos adultos a vacunarse contra el Covid-19. Otros países, como Alemania, podrían seguir pronto su ejemplo.
Los habitantes de Austria se enfrentan a sanciones de hasta 3.600 euros (3.000 libras) si no reciben las vacunas necesarias.
El gobierno ha reconocido que la medida no es universalmente popular, ya que continúan las considerables protestas contra la vacunación. Pero insiste en que la medida es necesaria en interés de la salud pública.
Karoline Edtstadler, ministra de Constitución de Austria, dijo que ella y sus colegas entienden que “es un paso muy fuerte y una medida realmente dura”.
“Nosotros, como políticos, tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que el sistema sanitario sigue funcionando, de que la sociedad, en su conjunto, puede vivir con normalidad”, añadió.
“Me preocupa que mi empleador lo exija y pueda perder mi trabajo”, dijo.
Se supone que el mandato estará vigente hasta enero de 2024.
Wolfgang Mueckstein, ministro de Sanidad, calificó la ley de “gran paso, y por primera vez también duradero”, en la lucha del país alpino contra la pandemia.
“Así es como podemos conseguir escapar del ciclo de apertura y cierre, de los cierres. Por eso, esta ley es tan necesaria ahora mismo”, dijo en el Parlamento.
La introducción de la obligación de vacunación se produce en un momento en que los casos de coronavirus se disparan en el Estado miembro de la UE, que, con sólo el 72% de su población totalmente vacunada, tiene una tasa de inmunización inferior a la de muchos de sus vecinos.
El país informó el viernes de 34.748 nuevos contagios, con una tasa de infección aproximadamente diez veces superior a la de principios de enero.
A pesar del aumento de los casos causados por la variante Omicron, Viena ha decidido flexibilizar sus restricciones de Covid-19 en las próximas semanas, alegando el bajo número de hospitalizaciones para justificar la medida.
El canciller austriaco Karl Nehammer confirmó durante el fin de semana que los restaurantes podrán permanecer abiertos hasta la medianoche a partir del sábado, poniendo fin al toque de queda de las 22:00 horas que había estado en vigor.
Añadió que las personas no vacunadas podrán volver a entrar en los comercios a partir del 12 de febrero.
Aunque ahora es un requisito legal tener la vacuna Covid-19, las autoridades han indicado que no empezarán a comprobar el estado de vacunación hasta mediados de marzo.
Más de 14.100 personas han muerto hasta ahora en Austria a causa del virus.
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