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Estados Unidos ha ordenado a todo su personal consular que no sea de emergencia que abandone Shanghái en medio de un estricto bloqueo impuesto en la ciudad tras un aumento de los casos de Covid-19.
La orden del Departamento de Estado, emitida a última hora del lunes, se produce después de su aviso de la semana pasada, que autorizaba la “salida voluntaria” de los empleados que no fueran de emergencia y sus familias.
“Nuestro cambio de postura refleja nuestra evaluación de que lo mejor para nuestros empleados y sus familias es que se reduzca su número y que nuestras operaciones se reduzcan mientras hacemos frente a las cambiantes circunstancias sobre el terreno”, decía el último anuncio, que instaba al personal a marcharse mientras los servicios de emergencia siguieran funcionando.
Estados Unidos también emitió una serie de avisos para los estadounidenses que se encuentran en Shanghái, entre ellos que se aseguren de tener una “provisión suficiente de dinero, medicamentos, alimentos y otras necesidades para su familia en caso de restricciones repentinas o cuarentena”.
EE.UU. también criticó las políticas del gobierno chino al pedir a los estadounidenses que reconsideren sus viajes a China debido a la “aplicación arbitraria” de las leyes locales y las restricciones de Covid-19, especialmente en Hong Kong, la provincia de Jilin y Shangai. Además, Estados Unidos citó el riesgo de “separación de padres e hijos”.
Pekín respondió airadamente al aviso de salida voluntaria de la semana pasada, y el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian, dijo que China estaba “fuertemente insatisfecha y se oponía firmemente a la acusación infundada de la parte estadounidense contra la respuesta epidémica de China”.
Mientras tanto, a algunos residentes de Shanghai se les permitió salir de sus casas el martes, ya que la ciudad de 26 millones de habitantes comenzó a suavizar las restricciones tras un estricto cierre de dos semanas provocado por el aumento de los casos de Covid impulsado por la variante Omicron.
Los residentes de la ciudad estuvieron confinados en sus casas durante días, ya que dependían de las entregas del gobierno para los productos esenciales y de los pedidos en línea con una estricta política de pruebas y aislamiento.
El enfado de los residentes por las estrictas políticas también fue visible en algunos vídeos en las redes sociales, en los que se oía a varias personas quejarse de la escasez de alimentos y la falta de suministros médicos.
Las autoridades de Shanghái anunciaron que, a partir del martes, los residentes de los barrios que no hayan tenido casos durante al menos dos semanas podrán ir a otras “zonas de prevención” que tampoco hayan tenido infecciones durante ese periodo. Hay 7.565 zonas de este tipo en la ciudad.
Los habitantes de 2.460 “zonas de control”, en las que no ha habido infecciones en la última semana, pueden salir de sus casas pero no de sus barrios. Los de las “zonas de cuarentena” no pueden salir de sus casas.
El funcionario de salud de la ciudad, Wu Qianyu, dijo en una rueda de prensa que los residentes de las zonas de menor riesgo seguían siendo objeto de controles y tendrían que observar estrictas medidas de distanciamiento social.
“Después de un largo periodo de bloqueo, es comprensible que la gente quiera salir a tomar el aire, y que necesite ir a comprar alimentos y medicinas e ir a recibir tratamiento médico”, dijo. “Pero si muchas personas se reúnen de forma desordenada, esto provocará peligros ocultos para nuestro trabajo de prevención de epidemias”.
La medida se produjo en medio de la preocupación por el impacto económico en el centro financiero, ya que se están haciendo esfuerzos para reabrir supermercados, tiendas de conveniencia y farmacias. Pero los negocios no esenciales seguirán suspendidos.
El número de casos en China es bajo en comparación con el resto del mundo, pero la estrategia de “tolerancia cero” del gobierno implica estrictas restricciones que han suspendido el acceso a las principales ciudades para aislar a todas las personas infectadas.
Anteriormente, Shanghái había permanecido mucho más relajada en comparación con otras ciudades chinas que han sido objeto de cierres similares y estrictos debido a su papel clave en la economía del país.
Shanghái informó el lunes de un número combinado récord de casos, con 914 casos sintomáticos y 25.173 casos asintomáticos.
Informes adicionales de las agencias
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