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El presidente Joe Biden ha dado instrucciones a los funcionarios del Departamento de Defensa para que desplieguen 2.000 tropas estadounidenses desde Fort Bragg (Carolina del Norte) a posiciones en Polonia y Alemania, y para que trasladen a Rumanía una brigada de 1.000 personas acuartelada en Alemania.
Los movimientos de tropas – informados por primera vez por The Wall Street Journal – están destinados a reforzar el flanco oriental de la OTAN y a disuadir una posible invasión de Ucrania por parte de las fuerzas rusas.
La semana pasada, el Sr. Biden también dio órdenes a unos 8.500 soldados de prepararse para un posible despliegue para reforzar a los aliados de la OTAN.
Esas fuerzas siguen en espera, y los funcionarios del Pentágono que hablaron con el Journal dijeron que se espera que otras partes de la antigua presencia militar de EE.UU. en Europa se reposicionen estratégicamente con la esperanza de hacer que el presidente ruso Vladimir Putin se lo piense dos veces antes de trasladar a territorio ucraniano a cualquiera de los más de 100.000 soldados que ha concentrado en su frontera occidental.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo en un comunicado que el despliegue de las tropas estadounidenses era “una poderosa señal” del compromiso de Estados Unidos”, y subrayó que los despliegues “defensivos y proporcionales” de la alianza pretenden “enviar el claro mensaje de que la OTAN hará lo que sea necesario para proteger y defender a todos los aliados”.
La incorporación de más fuerzas estadounidenses en Europa del Este el miércoles fue sólo una señal de las crecientes tensiones por el enfrentamiento entre Moscú, Kiev y la alianza de la OTAN.
El miércoles, los cazas Typhoon fueron enviados desde la RAF de Lossiemouth, en Moray, Escocia, para interceptar un cuarteto de bombarderos estratégicos rusos Tu-95 con destino al Reino Unido después de que volaran hacia la “zona de interés” del Reino Unido, pero antes de que entraran en el espacio aéreo del país.
“Interceptamos y escoltamos cuatro aviones rusos Bear”, dijo un portavoz de la RAF varias horas después de la operación.
Horas más tarde, el primer ministro Boris Johnson habló con Putin por teléfono y -según el 10 de Downing Street- advirtió que cualquier invasión de Ucrania sería un “trágico error de cálculo”.
Un portavoz de Downing Street dijo en un comunicado que el Sr. Johnson “expresó su profunda preocupación por la actual actividad hostil de Rusia en la frontera ucraniana” y “enfatizó la necesidad de encontrar una manera de avanzar que respete tanto la integridad territorial de Ucrania como el derecho a la autodefensa” durante su llamada con el Sr. Putin.
Johnson también reiteró que la política de puertas abiertas de la OTAN para “todas las democracias europeas” que aspiran a unirse a la alianza “se aplica plenamente a Ucrania”, añadió el portavoz.
Los movimientos de tropas estadounidenses y las interceptaciones de la RAF se produjeron un día después de que el líder ruso arremetiera contra los países occidentales por no hacer caso a sus exigencias de que la OTAN descarte categóricamente a Ucrania como posible miembro futuro y reduzca el despliegue de tropas en los antiguos satélites soviéticos que se han unido a la alianza en las décadas transcurridas desde el final de la Guerra Fría.
En una conferencia de prensa celebrada el martes con el dictador húngaro Viktor Orban, Putin se quejó de que las “preocupaciones fundamentales de Rusia” habían sido “ignoradas” durante las semanas de conversaciones.
El hombre fuerte de Rusia advirtió de un futuro escenario en el que Ucrania se uniera a la OTAN y luego lanzara una ofensiva para expulsar a las fuerzas rusas del territorio anexionado ilegalmente durante una invasión anterior en 2014.
“Imaginemos que Ucrania es miembro de la OTAN y comienza estas operaciones militares. ¿Debemos entrar en guerra con el bloque de la OTAN? ¿Alguien lo ha pensado? Parece que no”, dijo.
En declaraciones a la agencia de noticias rusa Interfax, el jefe adjunto de la comisión de asuntos exteriores del parlamento ruso, Dmitry Novikov, dijo que los movimientos de tropas estadounidenses serían “un paso absolutamente destructivo”, a menos que los informes sobre ellos sean “un elemento de infoglut y noticias falsas” destinadas al consumo interno estadounidense.
“No sólo puede complicar la situación en Ucrania y representar a la OTAN y a su líder, EE.UU., como fuerzas agresivas, sino que estas acciones también pueden calificarse como un intento de hackear el frágil proceso de negociación sobre las garantías de seguridad”, dijo Novikov. “Si EE.UU. incita a la Federación Rusa a dar la respuesta más dura posible enviando contingentes adicionales, esto debería ser en última instancia un problema más para ellos que para nosotros”.
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