En el 40º Festival de Cine Fajr de Teherán, entre los documentales presentados había uno sobre la vida de Vahid Rajabloo, un empresario que vive con discapacidad.
Dirigido por Mohsen Hadi, Uno de mis sueños dio a conocer a más gente a este joven emprendedor, pero Vahid Rajabloo ya era un nombre conocido en el mundo de las start-ups.
Al lanzar una serie de empresas de servicios sanitarios, no sólo ha creado puestos de trabajo, sino que ha llamado la atención sobre las personas con discapacidades y con movilidad limitada. La Junior Chamber International, una ONG de jóvenes, lo incluyó en su lista de 10 personas influyentes el año pasado.
Rajabloo, de 34 años, padece un raro trastorno neuromuscular que le ha llevado a perder gradualmente los músculos. Esta afección, que según Rajabloo ha empeorado en los últimos años, hizo que en su adolescencia estuviera confinado en casa.
“Mi estado ha empeorado en los últimos 15 o 16 años. Cuanto más empeora, más se restringe mi movimiento”, dice Vahid.
“Lo más duro de la vida de un discapacitado es no poder salir de casa. Siempre necesitas a otra persona, que no todo el mundo tiene. Los padres a menudo no pueden ayudar debido a su edad. He pasado la mayor parte de los años de mi vida en una habitación individual. Te sientes como si estuvieras en una cárcel, condenada a quedarte en casa”.
Sin embargo, Rajabloo agradece que exista Internet. Describiendo sus propias actividades en las redes sociales, dice: “Utilizo Internet para trabajar, pero probablemente paso un 20% de mi tiempo en las redes sociales. Internet era toda mi vida, pero ahora he podido estar más presente en la sociedad a través de mi trabajo. Las redes sociales no son el mejor lugar. Lo he utilizado, pero si no tienes cuidado, pierdes el tiempo. Lo uso para construir una cultura mejor y crear conciencia”.
Además de su labor empresarial, Rajabloo también se interesa por la educación.
Esto es lo que le llevó a fundar una academia, que aún está en su fase inicial. Entre sus cursos más populares está el de comunicación, que ayuda a los asistentes a conseguir empleo. También tiene previsto poner en marcha un proyecto para enseñar el lenguaje de signos a las personas con dificultades auditivas. También hay programas de apoyo a las familias que tienen una persona discapacitada a causa de un accidente.
Uno de los objetivos de su academia y del proyecto educativo Tavanito es enseñar a diversos grupos de la sociedad cómo pueden vivir, trabajar y convivir juntos. Vahid cree que el mayor problema al que se enfrentan las personas con movilidad limitada es que los demás no saben cómo convivir con ellas.
Explicando su experiencia personal, dice: “Hace unos días fui al banco por unos asuntos. Llevé a un compañero porque necesitaba a alguien que me acompañara. Pero el director del banco no dejaba de dirigirse a él. Protesté y le dije al director que, como yo era el cliente, debía dirigirse a mí. Sin embargo, por desgracia, siguió haciendo lo mismo. Tal vez pensó que yo era incapaz de ocuparme de mis propios asuntos. Este comportamiento es desgraciadamente frecuente”.
Quiere ampliar su proyecto educativo: “Tavanito ya ha conseguido grandes cosas al ayudar a poner en marcha empresas sanitarias. Puede que no hayamos creado empleo directamente, pero hemos dado el primer paso que rápidamente ha dado lugar a la puesta en marcha de otros servicios en este sector y eso me hace muy feliz”.
Vahid afirma que su próximo proyecto es habilitar “lugares de clasificación” en función de su accesibilidad para personas con movilidad reducida. Dice que necesitan socios e inversores para este proyecto.
Anteriormente ha expresado su deseo de ver a personas como él representadas en las historias y la literatura.
En cuanto a su propia experiencia frente a la cámara, dice: “Siempre he querido ver a alguien como yo en las historias. Estamos presentes y existimos, pero se nos ignora. Como si existiera un mundo, pero tú has sido eliminado de él. Entrar en el mundo del cine fue una experiencia encantadora. Me dio la oportunidad de ser visto. No es que quiera hacerme famoso y hacer demandas. Sino porque ahora la gente puede escuchar historias que antes no conocía”.
Dice que se ha interesado por la actuación y que se siente muy cómodo delante de la cámara. No hay muchas personas con discapacidad que se hayan introducido en el mundo de la interpretación, o que hayan sido aceptadas en él. Espera que esto pueda cambiar.
Rajabloo también habla de aquellos que utilizaron su amistad para promover oportunistamente sus propios objetivos. “Sus acciones demuestran mi fuerza”, dice. “Y que tengo mi propia posición, estilo y capacidad. Lo digo con orgullo porque tengo mihabilidades”.
Menciona a quienes le han ayudado en su éxito y dice que siempre está en deuda con ellos. Aunque no pueda hacer nada por ellos, intentará aprovechar la oportunidad que le dieron para allanar el camino a otros.
Rajabloo habla de su sueño de ser “famoso, rico y más capaz”.
“La primera razón por la que quiero ser rico es que necesito pagar el coste de mi tratamiento y mis cuidados, que son caros. Además, para crear oportunidades para otros, necesito riqueza. No sólo quiero acumular dinero, sino crear valor”.
“He visto cómo he sido una carga para las personas cercanas a mí por ser una persona desesperada, incapaz y sin dinero”, añade.
“Pero también he visto lo contrario: cómo otras personas pueden ser fáciles a mi alrededor. Cuando me haga rico, me aseguraré de mostrarles el resultado”.
Revisado y corregido por Tooba Ali y Celine Assaf
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