Italia ha visto decenas de gobiernos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, por lo que está muy acostumbrada a las crisis políticas. Pero el tumulto que ahora sacude a sus partidos políticos se desarrolla de forma diferente, ya que el futuro del primer ministro Mario Draghi como líder de la nación pende de un hilo.
Draghi se ofreció a dimitir la semana pasada después de que un socio de la coalición, el populista Movimiento 5 Estrellas, boicoteara una importante votación en el Senado. Pero el presidente de Italia se negó a aceptar la dimisión, al menos por ahora. Draghi no es un político, y en sus 17 meses en el cargo al frente de un inusual gobierno de “unidad nacional”, se ha ganado el estatus de estadista en Europa Occidental por su firme apoyo a la ayuda a Ucrania y por sus esfuerzos para promulgar reformas económicas.
El resultado del debate en la legislatura del miércoles ayudará a determinar si Draghi seguirá en el cargo. En marcado contraste con muchas crisis políticas anteriores en Italia, a las que los ciudadanos se han encogido de hombros, esta vez muchos italianos están suplicando a Draghi que se quede. Si Draghi no puede -o no quiere- reactivar su coalición, el resultado podrían ser unas elecciones anticipadas.
LO QUE ES DIFERENTE EN ESTE GOBIERNO:
El presidente Sergio Mattarella encargó a Draghi, ex jefe del Banco Central Europeo, la formación de un gobierno de “unidad nacional” en febrero de 2021 para ayudar a reactivar la economía italiana, que está en crisis. Draghi tomó el timón del gobierno de Giuseppe Conte, el líder del 5 Estrellas que se resintió de perder su puesto mientras luchaba por el buen funcionamiento del programa de vacunación COVID-19 de Italia.
Draghi lidera una coalición inusual, de rivales que a menudo se pelean, incluyendo partidos de derecha, centro e izquierda, así como el 5 Estrellas, que le hizo una traición punzante el 14 de julio.
MAL MOMENTO:
Esta crisis llega en un momento especialmente crucial para Italia y Europa. La alta inflación y los costes energéticos disparados están castigando a los consumidores y a la industria. Y Draghi se ha posicionado como uno de los más firmes defensores de la ayuda militar y de otro tipo de Europa para Ucrania, mientras ese país se defiende de la guerra lanzada por Rusia. Con los reveses políticos del líder británico Boris Johnson y del presidente francés Emmanuel Macron, y con la ausencia de la veterana líder alemana Angela Merkel todavía muy sentida en el continente, Draghi se ha establecido como una voz fiable y autorizada de Europa. El primer ministro también ha mantenido el rumbo en la realización de las reformas exigidas por la Unión Europea como condición para obtener 200.000 millones de euros de ayuda para la recuperación de la pandemia.
EL DESAFÍO:
El miércoles es un día crucial. Mattarella ha invitado a Draghi a comparecer ante el Parlamento para explicar por qué quiere dimitir. Los legisladores se juegan entonces públicamente sus posiciones en el debate. Mientras se espera que los otros partidos de la coalición presionen a Draghi para que se quede, los 5 Estrellas, debilitados por las deserciones de sus filas, han estado discutiendo sobre qué hacer. Draghi ha dicho que no gobernará sin los populistas de su coalición.
UNA CUESTIÓN DE CONFIANZA:
El gobierno de Draghi no ha buscado un voto de confianza decisivo. Pero los legisladores de los partidos de su coalición podrían proponer mociones y vincularlas a una votación abierta, en un intento de garantizar la disciplina del partido. Si esas eventuales mociones fracasan, la salida de Draghi sería prácticamente inevitable.
APOYANDO EL “REMAIN”:
Una petición online llamada “Draghi, quédate”, lanzada por el ex primer ministro Matteo Renzi, había conseguido más de 100.000 firmas a última hora del lunes. Cientos de ciudadanos de a pie y líderes políticos acudieron el lunes a concentraciones a favor de Draghi en plazas de Roma, Milán y otras ciudades. Unos 1.000 alcaldes de distintas tendencias políticas firmaron una carta abierta a Draghi en la que le exhortaban a permanecer. Varios grupos de presión, entre ellos un grupo de médicos preocupados por el vacío de liderazgo del gobierno en medio del aumento de las infecciones por coronavirus, también lanzaron peticiones de “por favor, quédate”.
LA ELECCIÓN DE DRAGHI:
Incluso sin las 5 estrellas, Draghi podría reunir una cómoda mayoría en la legislatura. Pero Draghi, cuya estrategia de “lo que haga falta” salvó a la moneda euro de la desaparición hace una década cuando dirigía el Banco Central Europeo, podría decidir que, aunque técnicamente todavía tiene los números de su lado, podría haber agotado la paciencia con sus socios de la coalición, que no pocas veces discuten.
SI DRAGHI SALE:
En caso de que Draghi haga su oferta de dimisión irrevocable, el siguiente movimiento depende de Mattarella. Podría pedir a otra persona que intente formar gobierno, pero el de Draghi es ya el tercer gobierno desde la elección del Parlamento, en 2018. Lo más probable es que el presidente disuelva el Parlamento, desencadenando elecciones anticipadas tan pronto como a finales de septiembre. La legislaturaEl mandato de cinco años expira en marzo, por lo que las elecciones no estarían lejos en cualquier caso.
Este movimiento probablemente beneficiaría a los Hermanos de Italia, de extrema derecha y escépticos ante la UE, que según los sondeos podría ser el partido más votado, impulsando a su líder, Giorgia Meloni, a la jefatura del gobierno.
Comments