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Las elecciones parlamentarias del domingo determinarán quién gobierna en Italia. Pero podrían pasar semanas antes de que se forme un gobierno de coalición para dirigir la principal economía industrial y miembro clave de la OTAN.
Los sondeos de opinión indican que los votantes podrían elegir al primer primer ministro de extrema derecha de la era posterior a la Segunda Guerra Mundial -y la primera mujer en dirigir un gobierno italiano- en la persona de Giorgia Meloni.
Dada la fractura del espectro político italiano, ningún partido tiene muchas posibilidades de obtener suficientes escaños para gobernar en solitario. Los derechistas y los centristas de derechas forjaron un pacto de campaña que podría impulsar a Meloni al poder. El centro-izquierda no se puso de acuerdo para formar equipo con los populistas de izquierda o los centristas, lo que supone una gran desventaja en las elecciones italianas.
¿POR QUÉ HACER ELECCIONES AHORA?
Las elecciones debían celebrarse en la primavera de 2023, cuando se suponía que terminaba la legislatura de cinco años del Parlamento. Pero los líderes populistas vieron cómo el apoyo de sus partidos caía constantemente tanto en las encuestas de opinión como en varias carreras de alcaldes y gobernadores desde las últimas elecciones nacionales de 2018.
En julio, el jefe del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte, el líder de la Liga de Derecha, Matteo Salvini, y el ex premier Silvio Berlusconi retiraron su apoyo al premier Mario Draghi durante una votación de confianza. Ello provocó la desaparición prematura de la amplia coalición de gobierno y allanó el camino para la celebración de elecciones anticipadas.
El meteórico ascenso de Meloni en las encuestas hizo que el trío de líderes populistas se pusiera nervioso al esperar hasta la primavera para enfrentarse a los votantes. Su partido de extrema derecha Hermanos de Italia, de raíces neofascistas, obtuvo poco más del 4% en las elecciones de 2018. Los sondeos barajan la posibilidad de que el partido obtenga hasta un 25% el domingo. Salvini y Berlusconi están ahora en una alianza electoral con Meloni.
MENOS LEGISLADORES
Muchos legisladores no serán reelegidos -independientemente de su historial legislativo- simplemente por las matemáticas. Desde las últimas elecciones, se ha aprobado una reforma destinada a racionalizar el Parlamento y hacer su funcionamiento menos costoso para los contribuyentes. En la cámara alta, el número de senadores baja de 315 a 200, mientras que la cámara baja de diputados será de 400 en lugar de 630.
POLÍTICA DE PINBALL
Casi todo el mundo está de acuerdo en que la ley electoral italiana es complicada, incluidos los legisladores que la crearon. Del total de escaños, el 36% se determina por un sistema de mayoría de votos: gana quien más votos obtenga en un determinado distrito. El 64% restante de los escaños se reparte proporcionalmente, en función de las listas de candidatos determinadas por los partidos y sus alianzas.
Los legisladores han comparado la parte proporcional del sistema electoral con un juego de pinball, especialmente en la Cámara de Diputados. En virtud del “efecto pinball”, un candidato que, por ejemplo, haya quedado en primer lugar en un distrito específico podría ver cómo otro candidato que haya quedado en segundo lugar en otro lugar se desplaza repentinamente a su distrito, eliminando al candidato en primer lugar de un escaño.
¿Confundido? También lo están muchos votantes. Salvo en los concursos de mayoría de votos, muchos italianos votan esencialmente por alianzas y partidos, no por candidatos, y no tienen voz directa en la determinación de su representante específico en la legislatura.
¿CUÁNDO TENDRÁ ITALIA UN NUEVO GOBIERNO?
En toda Europa, los gobiernos están lidiando con una crisis energética y del coste de la vida -en su mayor parte provocada por la invasión rusa de Ucrania- que parece que se agravará este invierno. Pero durante las próximas semanas, el gobierno provisional de Mario Draghi probablemente se encargará de la lucha por Italia.
El presidente Sergio Mattarella, como jefe de Estado, celebrará consultas con los líderes de los partidos para averiguar qué fuerzas políticas están dispuestas a formar una coalición. Después, Mattarella pedirá a alguien -si los sondeos de opinión dan la razón, probablemente a Meloni- que intente formar un gobierno con una mayoría sólida en el Parlamento.
Quienquiera que sea designado informará al presidente con una propuesta de lista del Gabinete, si se forma una coalición. En 2018, Mattarella rechazó la selección del ministro de Economía porque el candidato propuesto había cuestionado la participación de Italia en el grupo de países que utilizan la moneda común europea, el euro.
El sentimiento se tensó tanto que el líder del Movimiento 5 Estrellas, que intentaba formar la coalición, exigió la destitución de Mattarella. Las disputas entre el Movimiento 5 Estrellas y la Liga de Derecha, el socio menor de la coalición propuesta, se prolongaron, y pasaron tres meses antes de que el gobierno tomara posesión.
CUESTIÓN DE CONFIANZA
Todos los nuevos gobiernos deben ganar un voto de confianza obligatorio en el Parlamento. La nueva legislatura debe celebrar su primera sesión en los 21 días siguientes a la elección.Así, el Parlamento entrante debería estar constituido a mediados de octubre. Después de que decida los presidentes de sus cámaras, podrá tener lugar el voto de confianza.
¿CUÁNTO DURAN LOS GOBIERNOS ITALIANOS?
En teoría, durante toda la legislatura. Pero los gobiernos de la posguerra generalmente han agotado su poder de permanencia mucho antes.
Por citar el último ejemplo: desde las elecciones de 2018, los italianos han tenido tres gobiernos. Dos fueron encabezados por el líder de 5 Estrellas, Giuseppe Conte, que primero se asoció con el líder de la Liga, Matteo Salvini, En Conte II, el Partido Democrático de Enrico Letta sustituyó a la Liga como socio menor.
Cuando el segundo gobierno de Conte cayó a principios de 2021, Mattarella encargó a Draghi que dirigiera un gobierno de unidad pandémico. La unidad de esa coalición se deshizo, víctima de las agendas rivales de sus principales socios: el 5 Estrellas, los Demócratas, la Liga y Forza Italia de Berlusconi.
La única líder principal que se negó a formar parte de cualquier gobierno de coalición en la legislatura saliente fue Giorgia Meloni. Los encuestadores afirman que los votantes podrían premiarla por su coherencia, al mantenerse incondicionalmente en la oposición.
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