Cuatro regiones ocupadas de Ucrania comenzarán a votar el viernes en referendos organizados por el Kremlin para decidir si se convierten en parte de Rusia, preparando el terreno para que Moscú se anexione las zonas en una fuerte escalada de la guerra de casi siete meses.
Ucrania y sus aliados occidentales han rechazado las votaciones por considerarlas ilegítimas y no libres ni justas, y han dicho que no tendrán ninguna fuerza vinculante.
Una mirada a los referendos y sus posibles implicaciones:
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS REFERENDOS?
El Kremlin ya ha utilizado esta táctica antes. En 2014, celebró un referéndum convocado precipitadamente en la región ucraniana de Crimea que también fue denunciado por Occidente como ilegal e ilegítimo. Moscú utilizó la votación como justificación para anexionar la península del Mar Negro en un movimiento que no fue reconocido por la mayor parte del mundo.
El martes, las autoridades de las regiones separatistas de Luhansk y Donetsk, que conforman el corazón industrial del este de Ucrania, conocido como el Donbás, anunciaron abruptamente que se celebrarían referendos sobre la adhesión a Rusia a partir del viernes. Los funcionarios respaldados por Moscú en las regiones de Kherson y Zaporizhzhia, en el sur, también convocaron votaciones.
Los movimientos se produjeron después de meses de señales contradictorias por parte de Moscú y los funcionarios separatistas sobre los referendos que reflejaban los cambios en el campo de batalla.
Durante el verano, cuando el Kremlin esperaba una rápida captura de toda la región del Donbás, los funcionarios locales hablaron de organizar las votaciones en septiembre.
Las tropas rusas y las fuerzas separatistas locales han tomado el control de la práctica totalidad de la región de Luhansk, pero sólo del 60% de la región de Donetsk. La lentitud de la ofensiva rusa en el este y el empuje ucraniano para recuperar zonas en la región de Kherson hicieron que los funcionarios de Moscú hablaran de retrasar las votaciones hasta noviembre.
Los planes del Kremlin volvieron a cambiar después de que una fulgurante contraofensiva ucraniana obligara este mes a las tropas rusas a retirarse de amplias franjas de la región nororiental de Kharkiv y aumentara la posibilidad de que las fuerzas de Kiev siguieran ganando terreno.
Los observadores dicen que, al moverse rápidamente para absorber los territorios capturados por Rusia, el Kremlin espera obligar a Ucrania a detener su contraofensiva y aceptar las actuales áreas de ocupación o enfrentarse a represalias devastadoras.
¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO EN LAS REGIONES DONDE SE PRODUCIRÁ LA VOTACIÓN?
La votación de 2014 en Crimea se celebró bajo la estrecha vigilancia de las tropas rusas poco después de que éstas hubieran tomado la península, donde la mayoría de los residentes eran pro-Moscú.
Los separatistas que han controlado grandes partes del Donbás desde 2014 han presionado durante mucho tiempo para unirse a Rusia y han mostrado poca tolerancia a la disidencia. Cuando estalló la rebelión allí, los separatistas organizaron rápidamente referendos en los que la mayoría votó por unirse a Rusia, pero el Kremlin ignoró el resultado.
Las dos regiones declararon su independencia de Ucrania semanas después de la anexión de Crimea, lo que desencadenó ocho años de combates que el presidente Vladimir Putin utilizó como pretexto para lanzar una invasión en febrero para proteger a sus residentes.
En las regiones del sur, que fueron ocupadas por las tropas rusas en los primeros días de la invasión, el sentimiento antirruso es muy fuerte. Cientos de activistas pro-Kyiv han sido detenidos, y muchos de ellos alegan haber sido torturados. Otros fueron deportados a la fuerza y decenas de miles huyeron.
Desde que las fuerzas rusas invadieron la región de Kherson y parte de la región de Zaporizhzhia, las autoridades designadas por Moscú han cortado las emisiones de la televisión ucraniana, sustituyéndolas por programación rusa. Han entregado pasaportes rusos a los residentes, han introducido el rublo e incluso han emitido matrículas rusas para allanar el camino de su incorporación a Rusia.
Las administraciones nombradas por Moscú han sido objeto de frecuentes ataques por parte de miembros del movimiento de resistencia ucraniano, que ha matado a funcionarios locales, ha bombardeado colegios electorales y otros edificios gubernamentales, y ha ayudado al ejército ucraniano a atacar infraestructuras clave.
¿QUÉ SE DICE SOBRE LA LEGITIMIDAD DEL VOTO?
El proceso de votación, de cinco días de duración, se desarrollará en ausencia de observadores independientes y ofrece un amplio margen para amañar el resultado.
Cuando se anunciaron los referendos a principios de esta semana, Occidente cuestionó inmediatamente su legitimidad. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se refirieron a ellos como una farsa, y el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que no tendrían “ninguna consecuencia legal.”
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy también los calificó de “ruido” para distraer a la opinión pública.
¿CÓMO SE RELACIONA LA MOVILIZACIÓN MILITAR DE RUSIA?
Un día después del anuncio de los referendos, Putinordenó una movilización parcial de reservistas para reforzar sus fuerzas en Ucrania, y también declaró que estaba dispuesto a utilizar armas nucleares para rechazar cualquier ataque al territorio ruso.
El Ministerio de Defensa dijo que la movilización -la primera de Rusia desde la Segunda Guerra Mundial- pretende llamar a unos 300.000 reservistas con experiencia militar previa. Los observadores señalaron, sin embargo, que el decreto de Putin es lo suficientemente amplio como para permitir a los militares engrosar los números si es necesario. Algunos informes sugieren que el objetivo del Kremlin es reunir un millón de hombres, en una parte secreta del decreto.
El Kremlin ha evitado durante mucho tiempo tomar una medida tan profundamente impopular, temiendo fomentar el descontento y erosionar la base de apoyo de Putin.
La última contraofensiva ucraniana puso de manifiesto la incapacidad de Rusia para controlar la línea del frente de 1.000 kilómetros (más de 600 millas) con su limitada fuerza actual de voluntarios. Los expertos militares afirman que se necesitarán meses para que los reservistas recién convocados estén listos para el combate.
¿CÓMO SE RELACIONA LA AMENAZA NUCLEAR DE PUTIN?
Mientras Putin se esfuerza por evitar nuevas derrotas humillantes, señaló el miércoles su disposición a utilizar armas nucleares para proteger el territorio del país, una advertencia contundente a Ucrania para que deje de presionar su ofensiva en las regiones que ahora van a formar parte de Rusia.
Los observadores consideraron la amenaza de Putin como un ultimátum efectivo a Ucrania y a sus partidarios occidentales para que congelen el conflicto o se enfrenten a una posible escalada hasta llegar a un conflicto nuclear.
Aunque la doctrina militar rusa prevé el uso de armas atómicas en respuesta a un ataque nuclear o a una agresión con armas convencionales que “amenace la existencia misma del Estado”, la declaración de Putin rebajó aún más el umbral para su uso.
Dmitri Medvédev, jefe adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia presidido por Putin, amplió la amenaza del presidente el jueves, diciendo que tras absorber las cuatro regiones ucranianas, Moscú podría utilizar “cualquier arma rusa, incluidas las armas nucleares estratégicas” para defenderlas.
La mención de las fuerzas nucleares estratégicas, que incluyen misiles balísticos intercontinentales y bombarderos de largo alcance, envió una advertencia de que Rusia podría apuntar no sólo a Ucrania sino también a Estados Unidos y sus aliados con armas nucleares en caso de una escalada.
Zelenskyy desestimó las amenazas nucleares como fanfarronadas y prometió liberar todos los territorios ocupados.
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