Al disparar un misil balístico intercontinental casi caricaturesco hacia el espacio, el líder norcoreano Kim Jong Un ha retrocedido el reloj a los días de “fuego y furia” de 2017, mientras reaviva la política de riesgo nuclear destinada a presionar a Estados Unidos para que acepte a su país como potencia nuclear y elimine las sanciones paralizantes.
El lanzamiento del jueves del Hwasong-17 fue la prueba armamentística más provocativa de Corea del Norte desde que el presidente estadounidense Joe Biden asumió el cargo y subraya la determinación de Kim de seguir construyendo su ejército mientras la diplomacia permanece congelada.
Este lanzamiento experimental es preocupante porque el arma se está desarrollando para ser armada con bombas nucleares y amenazar a Washington, D.C., Nueva York y gran parte del resto del mundo. Sin embargo, el Norte puede necesitar más pruebas -incluso de bombas nucleares- en los próximos meses, ya que Kim intenta tanto perfeccionar su tecnología como obtener una respuesta de la administración Biden, que está distraída por la invasión rusa de Ucrania y una rivalidad cada vez más intensa con China.
A continuación, un análisis más detallado del nuevo misil de Kim y de lo que puede estar tramando:
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¿IMPORTA EL TAMAÑO?
Con unos 25 metros de largo, el Hwasong-17 es, según algunas estimaciones, el mayor sistema de misiles balísticos móviles del mundo. Corea del Norte reveló el misil durante un desfile militar en octubre de 2020, y el lanzamiento del jueves desde un aeropuerto cerca de la capital, Pyongyang, fue su primera prueba de alcance total.
En las imágenes difundidas por sus medios de comunicación estatales se puede ver a Kim saboreando el éxito de la prueba mientras camina junto al misil con unas gafas de sol y una chaqueta de cuero negra de motociclista. Dirige a los oficiales militares a lo largo de la pista del aeropuerto en una escena que recuerda a una película de acción de Hollywood, y en un momento dado se quita las gafas para mirar a la cámara.
La última vez que Corea del Norte voló un ICBM fue en noviembre de 2017, cuando probó el Hwasong-15. Eso fue durante una racha de pruebas nucleares y de misiles que llevó a un intercambio de insultos y amenazas entre Kim y el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien dijo que las amenazas del Norte contra Estados Unidos serían “respondidas con fuego y furia como el mundo nunca ha visto.”
Mientras que el Hwasong-15 demostró el potencial de alcanzar objetivos en el territorio nacional estadounidense, la última prueba mostró un misil que posiblemente podría viajar aún más lejos.
El Hwasong-17, que fue disparado en un ángulo elevado para evitar las aguas territoriales de los vecinos, alcanzó una altitud máxima de 6.248 kilómetros y recorrió 1.090 kilómetros durante un vuelo de 67 minutos antes de aterrizar en aguas entre Corea del Norte y Japón, según los medios estatales norcoreanos.
Los detalles del vuelo fueron similares a las evaluaciones de los ejércitos de Corea del Sur y Japón y sugirieron que el misil podría alcanzar 15.000 kilómetros (9.320 millas) cuando se dispara en una trayectoria normal. Eso pondría efectivamente a todo el territorio continental de EE.UU. a distancia de ataque.
Ampliar el alcance de su misil balístico intercontinental es crucial para Corea del Norte en su intento de construir una amenaza nuclear más creíble para atacar a Estados Unidos, dijo Lee Choon Geun, investigador honorario del Instituto de Política Científica y Tecnológica de Corea del Sur.
Para atacar el territorio continental estadounidense, los anteriores ICBM de Corea del Norte habrían tenido que pasar por Alaska, donde Estados Unidos despliega un mayor número de sistemas de interceptación de misiles. El alcance adicional del Hwasong-17 podría, en teoría, permitir al Norte evitar Alaska viajando hacia el oeste para llegar al territorio continental de EE.UU. a través del Océano Atlántico, dijo Lee.
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¿SOBREVIVIRÁ LA OJIVA?
El desarrollo por parte de Corea del Norte de un ICBM más grande podría ser un reflejo del deseo de armarlo eventualmente con múltiples ojivas nucleares. Eso mejoraría sus posibilidades de derrotar las defensas antimisiles. Sin embargo, pueden hacer falta años y grandes avances tecnológicos para perfeccionar esos diseños.
Tampoco está claro, tras el lanzamiento del jueves, si el Norte ha resuelto el problema de garantizar que sus ojivas de misiles balísticos intercontinentales puedan resistir las duras condiciones de la reentrada atmosférica. Aunque informaron ampliamente de otros detalles del lanzamiento, los medios de comunicación estatales del Norte no mencionaron si alguna ojiva sobrevivió.
El secretario jefe del gabinete japonés, Hirokazu Matsuno, dijo que Japón podría intentar recuperar los restos del misil para analizar la tecnología del Norte.
Lee dijo que Corea del Norte podría llevar a cabo más pruebas con el Hwasong-17, incluyendo lanzamientos sobre Japón para que los científicos norcoreanos puedan ver cómo funciona en una trayectoria más normal.
El Norte realizó en 2017 dos lanzamientos sobre Japón de un misil de alcance intermedio potencialmente capaz de alcanzar Guam, un importante centro de Estados Unidos.centro militar en el Pacífico.
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¿SE AVECINA UNA PRUEBA NUCLEAR?
Corea del Norte está mostrando señales de que podría estar restaurando los túneles de su campo de pruebas nucleares que detonó en 2018, ya que Kim trató de aprovechar sus armas nucleares para obtener beneficios económicos muy necesarios de Estados Unidos.
Kim celebró su primera cumbre con Trump semanas después. La diplomacia descarriló después de su segunda reunión en febrero de 2019, cuando los estadounidenses rechazaron las demandas del Norte de un importante alivio de las sanciones a cambio de una cesión limitada de sus capacidades nucleares.
El sitio en Punggye-ri, en el noreste del país, fue utilizado para su sexta y más reciente prueba nuclear en 2017. Tras declarar el cierre del sitio, Kim invitó a periodistas extranjeros a observar la destrucción de los túneles en mayo de 2018. Pero Corea del Norte no invitó a expertos externos para certificar lo que se había destruido.
Algunos analistas surcoreanos dicen que el Norte puede sentir la necesidad de reanudar las pruebas nucleares en los próximos meses para llamar la atención de la administración de Biden, que ha ofrecido conversaciones abiertas pero no ha mostrado voluntad de ceder en las sanciones.
Los misiles que el Norte ha probado este año incluyen una supuesta arma hipersónica y misiles de combustible sólido de corto alcance dirigidos a Corea del Sur. Los analistas afirman que el Norte podría utilizar otra prueba nuclear para afirmar que ha adquirido la capacidad de producir una cabeza nuclear lo suficientemente pequeña como para caber en esos misiles.
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