Un potente tifón que se aproxima el domingo al noreste de Filipinas ha provocado la evacuación de los pueblos de alto riesgo y de la capital, Manila, que podría ser azotada por la tormenta, según las autoridades.
El tifón Noru se arremolinaba en el mar a unos 115 km al este de la ciudad de Infanta, en la provincia de Quezón, con vientos sostenidos de 195 kilómetros y rachas de hasta 240 km/h a media tarde.
Los meteorólogos esperan que llegue a la costa el domingo por la noche.
Miles de aldeanos fueron evacuados “por la fuerza” de la trayectoria del tifón, así como de los pueblos de la ladera de la montaña propensos a los deslizamientos de tierra y las inundaciones repentinas y en las comunidades costeras que podrían ser afectados por las mareas de hasta 3 metros (unos 10 pies) en la provincia de Quezón, incluyendo la isla de Polillo y la cercana provincia de Aurora.
“Los efectos combinados de la marea de tempestad y de las altas olas que rompen a lo largo de la costa pueden causar inundaciones o inundaciones que pongan en peligro la vida y sean perjudiciales”, dijo la agencia meteorológica The Associated Press.
Además, varias provincias y ciudades, incluida Manila, suspendieron las clases y el trabajo gubernamental el domingo y el lunes.
El ojo del tifón podría pasar a unos 40 o 50 kilómetros del área metropolitana de Manila, “lo que supone un impacto casi directo”, dijo Vicente Malano, que dirige la agencia meteorológica del país.
Se prevé que el tifón atraviese la isla principal de Luzón durante la noche y se adentre en el Mar de China Meridional el lunes.
Está en camino de golpear a Vietnam a finales de la semana manteniendo sus poderosos vientos.
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