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Finlandia suspende la venta de alcohol ruso en protesta por la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin.
Alko, que tiene el monopolio del mercado de bebidas alcohólicas en Finlandia, tomó la medida el lunes cuando la guerra entraba en su quinto día.
“La situación en Ucrania es excepcional y chocante, y nos hemos tomado la situación en serio”, dijo en un comunicado Anu Koskinen, vicepresidente de selección y compras de Alko.
La compañía dijo que había estado en conversaciones con varias partes desde que estalló la guerra el 24 de febrero, incluso con empresas que importan bebidas como el vodka ruso, que es popular en Finlandia.
Los clientes también han “expresado su preocupación” por la actual crisis en Ucrania, donde continúan los feroces combates en varias ciudades del país, incluida la capital, Kiev.
La prohibición entró en vigor el lunes 28 de febrero y continuará por tiempo indefinido.
Se produjo cuando la moneda rusa, el rublo, se desplomó frente al dólar estadounidense después de que los países occidentales endurecieran las sanciones contra Rusia, bloqueando a algunos de sus bancos del sistema de pagos global SWIFT.
En respuesta al colapso, el banco central ruso subió su tipo de interés al 20 por ciento desde el 9,5 por ciento en un intento desesperado por apuntalar la caída de la moneda y evitar una corrida bancaria.
Esto supuso un respiro temporal para la moneda rusa, que se recuperó hasta el nivel en el que se encontraba la semana pasada, pero sólo brevemente.
El rublo se desplomó más de un 30% tras la medida de bloquear a los bancos rusos del sistema de pagos SWIFT.
Las sanciones incluyen restricciones destinadas a reducir el acceso del banco central ruso a más de 600.000 millones de dólares en reservas y a dificultar su capacidad para respaldar el rublo.
Se espera que un rublo más débil provoque un aumento de la inflación, lo que podría enfadar a los rusos cuyos presupuestos se verán afectados por la subida de los precios.
También aumentará las tensiones en los sistemas financieros rusos.
Finlandia fue uno de los países europeos no alineados con la OTAN que ignoró la advertencia de Moscú de que la adhesión a la alianza militar tendría “graves consecuencias político-militares”.
Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso expresó el viernes su preocupación por lo que describió como esfuerzos de Estados Unidos y algunos de sus aliados para “arrastrar” a Finlandia y Suecia a la OTAN y advirtió que Moscú se vería obligado a tomar medidas de represalia si se unen a la agrupación del Atlántico Norte.
Pekka Haavisto, ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, dijo el sábado que “ya hemos oído esto antes”.
“No creemos que esto requiera una amenaza militar”, dijo Haavisto en una entrevista con la cadena pública finlandesa YLE.
“Si Finlandia es la frontera exterior de la OTAN, significa más bien que Rusia lo tendrá en cuenta en su propio plan de defensa. No veo nada nuevo como tal”, añadió.
Finlandia tiene una frontera terrestre de 1.340 kilómetros con Rusia, la más larga que comparten los Estados miembros de la Unión Europea y Rusia.
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