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Un juez de Fiyi ha dictaminado que las autoridades estadounidenses pueden incautar un superyate de propiedad rusa, pero ha suspendido su orden hasta al menos el viernes, mientras los abogados de la defensa preparan un recurso.
El yate Amadea -valorado en 325 millones de dólares- había sido impedido de salir de la nación del Pacífico Sur debido a sus vínculos con Rusia. Esa orden se mantendrá por ahora, impidiendo que las autoridades estadounidenses lleven el yate a Hawai o a cualquier otro lugar.
Sigue existiendo la duda de cuál de los dos oligarcas rusos es realmente el propietario del Amadea, ya que sólo uno de ellos se enfrenta a sanciones. También hay dudas sobre hasta dónde llega la jurisdicción de Estados Unidos en Fiyi.
El juez del Tribunal Superior de Suva, Deepthi Amaratunga, concedió el martes una orden que permitía a Estados Unidos incautar el superyate, después de que este país hubiera presentado previamente una orden judicial. Pero el juez también ha permitido una pausa mientras los abogados de la defensa preparan su impugnación.
La próxima decisión del juez en el caso se producirá el viernes, cuando decidirá si sigue suspendiendo la incautación del yate a la espera de una apelación formal por parte de la defensa.
Estados Unidos afirma que el verdadero propietario del superyate es Suleiman Kerimov. El economista y ex político ruso fue sancionado por Estados Unidos en 2018 por presunto lavado de dinero y se ha enfrentado a más sanciones de Canadá, Europa, Gran Bretaña y otras naciones después de que Rusia invadiera Ucrania.
Kerimov hizo una fortuna invirtiendo en el productor de oro ruso Polyus, y la revista Forbes sitúa su patrimonio neto en 14.500 millones de dólares.
Pero los abogados de la defensa afirman que el verdadero propietario es Eduard Khudainatov, ex presidente y director ejecutivo de Rosneft, la compañía rusa de petróleo y gas controlada por el Estado. Actualmente, Khudainatov no parece enfrentarse a ninguna sanción, a diferencia de muchos oligarcas y personas con estrechos vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin que han sido sancionados desde que comenzó la guerra.
Al igual que ocurre con muchos superyates, es difícil determinar la verdadera propiedad del Amadea debido al oscuro rastro de fideicomisos y empresas ficticias. Sobre el papel, el superyate está registrado en las Islas Caimán y es propiedad de Millemarin Investments Ltd., también con sede en las Islas Caimán.
Los abogados de la defensa han afirmado ante el tribunal que Millemarin Investments Ltd. es el propietario legal del barco y que la empresa está vinculada al propietario real, o beneficiario, Khudainatov. Pero las autoridades estadounidenses han afirmado que, detrás de todos los frentes, el verdadero propietario es Kerimov.
El 19 de abril, después de que el yate llegara a Fiyi desde México, el Tribunal Superior de Suva ordenó que el Amadea no saliera de Fiyi hasta que se determinara el fundamento de la orden de incautación de Estados Unidos. Tal vez como reflejo de la cuestión de la propiedad, el tribunal ordenó posteriormente a los fiscales de Fiyi que modificaran una citación original, que sólo nombraba a Kerimov, para incluir también a Millemarin Investments Ltd. como segundo demandado en el caso.
Por el momento, el yate sigue en un puerto de Fiyi, con su tripulación de unos 25 miembros subiendo y bajando de la embarcación, mientras un oficial de policía permanece a bordo para asegurarse de que no se mueve.
Según Boat International, el Amadea tiene 106 metros de eslora y fue construido en 2017. Cuenta con un albatros de acero inoxidable que se extiende desde la proa y pesa más de 5 toneladas, un tanque de langostas vivas en la cocina, una piscina de 10 metros, un piano Pleyel pintado a mano y un gran helipuerto.
La embajada de Estados Unidos en Suva dijo anteriormente en un comunicado que Estados Unidos estaba actuando con aliados y socios de todo el mundo para imponer costes a Rusia por su “guerra de elección.”
“Seguimos aumentando la presión sobre los oligarcas de Putin y estamos trabajando con aliados y socios para ir tras las ganancias corruptas de algunos de los individuos más cercanos a Putin, sin importar dónde se encuentren en todo el mundo”, dijo la embajada.
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