En Francia se ha propuesto una legislación que pretende “consagrar el respeto al aborto” en la Constitución del país, después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. revocara la semana pasada el caso Roe v Wade y de que varios estados promulgaran inmediatamente la prohibición del aborto.
Auruore Berge, jefa del partido del presidente Emmanuel Macron en la Asamblea Nacional, dijo a la radio francesa el sábado que había presentado el proyecto de ley para contrarrestar a los “feroces opositores” al aborto entre la Agrupación Nacional de extrema derecha de Francia.
Berge calificó la decisión del Tribunal Supremo de “catastrófica para las mujeres de todo el mundo”, y declaró a la radio pública France Inter: “Debemos tomar medidas en Francia hoy para que mañana no se reviertan las leyes existentes”.
Dijo: “Los derechos de las mujeres siguen siendo derechos frágiles y se ponen regularmente en tela de juicio”.
“No cambiamos la Constitución como cambiamos la ley”, añadió.
El proyecto de ley estipula que “no se puede privar a nadie del derecho a interrumpir voluntariamente un embarazo”. AFP informó.
La primera ministra, Elisabeth Borne, y otros dirigentes expresaron su apoyo a la medida constitucional en Francia, que legalizó el aborto dos años después de la histórica decisión Roe v Wade de 1973 en Estados Unidos.
“Por todas las mujeres, por los derechos humanos, debemos grabar en piedra esta ganancia”, escribió Borne en Twitter. “El Parlamento debe ser capaz de unirse de forma abrumadora sobre este texto”.
El presidente Macron, cuyo partido perdió la mayoría parlamentaria este mes, ya ha denunciado el revés del Tribunal Supremo en EE. Sin embargo, su coalición centrista Ensemble, junto con la alianza de izquierdas NUPES, constituiría una mayoría para solidificar el derecho al aborto en la Constitución francesa, y sus partidarios estaban instando a otros grupos parlamentarios a unirse.
Sin embargo, ni siquiera muchos opositores políticos parecían clamar por seguir el ejemplo, después de que el viernes millones de estadounidenses se vieran abocados a una precaria situación de salud reproductiva.
Mientras que la Agrupación Nacional se ha opuesto tradicionalmente al aborto, la actual líder del partido, Marine le Pen, ha respaldado el statu quo de Francia, y un portavoz del partido dijo a FranceInfo que ella nunca había cuestionado las leyes de aborto existentes.
Otros políticos de la derecha señalaron que la legislación propuesta era un intento de desviar la atención de los problemas internos.
El plazo legal para interrumpir un embarazo en Francia se amplió de 12 a 14 semanas en la última legislatura, informó AFP; en 2018 y 2019, los legisladores de la oposición intentaron sin éxito modificar la constitución para incluir el derecho al aborto.
“Cambiar la constitución requiere que la Asamblea Nacional y el Senado adopten el mismo texto, y luego una mayoría de tres quintos del parlamento reunido en el congreso”, informó AFP. “La otra opción es un referéndum”.
En un mensaje de Twitter el viernes tras la decisión del Tribunal Supremo, el presidente Macron calificó el aborto como “un derecho fundamental para todas las mujeres”.
“Debe ser protegido”, tuiteó.
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