Francia y sus socios europeos que luchan contra los militantes islamistas en Malí comenzarán su retirada militar del país y elaborarán antes de junio un plan sobre cómo continuarán sus operaciones en la región, según un comunicado conjunto emitido el jueves.
Las relaciones entre París y Bamako se han deteriorado desde que la junta militar se retractó de un acuerdo para organizar unas elecciones en febrero y propuso mantener el poder hasta 2025.
También ha desplegado contratistas militares privados rusos, lo que según algunos países europeos es incompatible con su misión.
“Debido a las múltiples obstrucciones por parte de las autoridades de transición malienses, Canadá y los Estados europeos que operan junto a la Operación Barkhane y dentro de la Fuerza de Tarea Takuba consideran que ya no se dan las condiciones políticas, operativas y legales para continuar de forma efectiva su actual compromiso militar en la lucha contra el terrorismo en Malí”, dice el comunicado.
Los sucesivos golpes de Estado en Malí, Chad y Burkina Faso -todas ellas ex colonias francesas- han debilitado las alianzas de Francia en África Occidental, han envalentonado a los yihadistas que controlan grandes extensiones de territorio y han abierto la puerta a Rusia para llenar el vacío.
Los diplomáticos advierten que la espiral de violencia podría dar un nuevo impulso a la migración desde África Occidental hacia Europa. También amenaza las operaciones mineras internacionales y la estabilidad en socios estratégicos de Francia como Costa de Marfil y Senegal.
El presidente francés Emmanuel Macron dijo que Níger había aceptado acoger a las fuerzas europeas que luchan contra los militantes islamistas.
La declaración del jueves fue emitida por los países que operan con la fuerza antiterrorista Barkhane de Francia y la misión Takuba, que incluye unas 14 naciones europeas.
Han “decidido iniciar la retirada coordinada de sus respectivos recursos militares dedicados a estas operaciones del territorio maliense”.
Francia tiene tropas en Malí desde 2013, cuando intervino para hacer retroceder a los militantes islamistas que avanzaban sobre la capital. Los islamistas se han reagrupado desde entonces y están llevando a cabo una insurgencia cada vez más sangrienta en toda la región.
Fuentes militares francesas dijeron que la retirada de Malí llevaría varios meses y daría tiempo a perfeccionar los planes de seguridad para el resto de la región del Sahel.
“A petición de sus socios africanos, y sobre la base de las discusiones sobre las futuras modalidades de acción conjunta, acordaron no obstante continuar su acción conjunta contra el terrorismo en la región del Sahel, incluyendo en Níger y en el Golfo de Guinea, y han iniciado consultas políticas y militares con ellos con el objetivo de establecer los términos de esta acción compartida para junio de 2022”, dijo el comunicado.
Una cuestión clave que queda por resolver es el futuro de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU (MINUSMA), compuesta por 14.000 personas, y de las misiones EUTM (European Union Training Mission) y EUCAP de la Unión Europea. Sus destinos están en duda dado que las fuerzas francesas proporcionan apoyo médico, aéreo y de refuerzo de emergencia.
Tras calificar a la MINSUMA de esencial, la declaración no pide a los países que participan en esas misiones que se retiren.
Reuters
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