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Cuando los agentes se concentraron en la escuela primaria Robb de Uvalde, Texas, el martes, creyeron erróneamente que el tiroteo masivo había terminado y habían pasado a un escenario de “sujeto atrincherado”.
Como resultado de esta decisión, optaron por esperar los refuerzos y el equipo extra antes de cargar contra el aula donde el pistolero Salvador Ramos estaba encerrado con decenas de estudiantes aterrorizados.
El retraso potencialmente fatal puede haber llevado a que 19 estudiantes y 2 profesores fueran masacrados dentro.
“Por supuesto que no fue la decisión correcta. Fue una decisión equivocada, y punto. No hay excusa para ello”, dijo Steven C McCraw, Director y Coronel del Departamento de Seguridad Pública de Texas, en una conferencia de prensa el viernes.
Hasta 19 agentes estaban esperando en un pasillo fuera del aula a primera hora, dijo la policía, pero un comandante de incidentes, el jefe de la fuerza policial del distrito escolar, había determinado que “no había más amenaza para los niños.”
“En retrospectiva, desde donde estoy sentado ahora, claramente había niños en el aula”, dijo el Sr. McCraw. “Claramente están en riesgo”.
En su lugar, la policía esperó a que llegara el equipo táctico que les ayudaría a entrar en la habitación, así como los refuerzos de un equipo de comando de élite de la Patrulla Fronteriza llamado Bortac.
El Sr. McCraw admitió que, según las normas de formación de la policía en Texas, los agentes no deben esperar a recibir refuerzos tácticos antes de neutralizar a un tirador activo, y que había suficientes agentes en el lugar para haber podido detener al pistolero.
“Cuando se trata de un tirador activo, no hay que esperar al equipo táctico”, dijo”, y añadió: “Había suficientes agentes para hacer lo que había que hacer”.
Por el contrario, en el estado, cuando se declara un tiroteo activo, la policía se supone que debe ir tan pronto como sea posible y detener al tirador.
“No nos importa de qué agencia seas”, dijo el Sr. McCraw. “No hay que tener un líder en la escena. Todos los agentes se alinean, se apilan, van y encuentran el lugar al que se dirigen las balas y siguen disparando.”
La policía describió cómo a lo largo del tenso encuentro entre los agentes y Ramos se produjeron disparos dentro del aula, aunque la policía no pudo decir con certeza si esas balas iban dirigidas a los agentes o a los estudiantes.
Al menos dos estudiantes llamaron ellos mismos al 911 desde el interior del aula, y una de las chicas suplicó: “Envíen a la policía ahora”. Ambos estudiantes sobrevivieron.
Los padres se han mostrado furiosos por el ritmo de la respuesta policial al tiroteo. Los agentes tardaron más de una hora en entrar en el aula en la que estaba atrincherado Ramos y dispararle mortalmente.
El vídeo muestra a los padres y a los agentes enfrentándose fuera de la escuela mientras se producía el tiroteo.
“¿Qué estáis haciendo? ¡Entrad en el edificio!”, se oye gritar a una persona en las imágenes. “¡Vayan a proteger a los niños!”, dijo otro.
“Esto es una puta locura, hermano, están todos fuera, hay putos niños ahí dentro todavía, tío”, se oye decir a otro padre. Una madre incluso dijo: “¿Tienes miedo de que te disparen? Entraré sin chaleco, ¡lo haré!”, dijo una madre a un agente.
Los padres denunciaron haber sido detenidos y electrocutados mientras suplicaban a la policía que entrara a salvar a sus hijos.
La policía del estado de Texas está investigando la respuesta de la policía al tiroteo, y el Representante de los Estados Unidos Joaquín Castro de Texas ha pedido al FBI que investigue también sus tácticas.
“El pueblo de Uvalde, de Texas, y de la nación merecen un relato preciso de lo que ocurrió”, escribió el Sr. Castro en una carta el director del FBI Christopher Wray. “Los funcionarios del Estado han proporcionado relatos contradictorios que están en desacuerdo con los proporcionados por los testigos”.
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