Cuando el rey Carlos III era un niño, la familia real tomó la singular decisión de enviarlo al internado de Gordonstoun, en Elgin, Escocia, en lugar de contratar tutores privados.
El acceso del Rey al trono desde la muerte de su madre, la reina Isabel II, el 8 de septiembre, convierte a Gordonstoun en el primer colegio de mayores que ha educado a un monarca británico.
Durante su estancia en la escuela, Carlos interpretó papeles principales en las producciones teatrales de la escuela y cantó en el coro escolar.
El entonces príncipe se incorporó a la escuela a los 13 años y fue trasladado allí el primer día en un avión pilotado por su padre, el difunto príncipe Felipe.
Pasó cinco años en la escuela, donde estudió un amplio plan de estudios y participó en varias actividades extracurriculares, como la navegación y la interpretación de instrumentos musicales, como el violonchelo y la trompeta.
Su Majestad participó en producciones teatrales y protagonizó la obra de Shakespeare Macbeth en una representación presenciada por sus padres, la Reina y el Duque de Edimburgo.
El periodista Donald McLachlan lo describe como “el mejor actor de la escuela” en el Sunday Telegraph an otros papeles estelares incluyó el del Duque de Exeter en la obra de Shakespeare Enrique V y el Rey Pirata en la opereta de Gilbert y Sullivan Los Piratas de Penzance.
Otras actividades extracurriculares en las que participó el futuro rey fueron ser miembro de la sociedad de debate y realizar expediciones a pie por las Tierras Altas de Escocia, y en su último año en Gordonstoun, se convirtió en el jefe de estudios.
Dejó Gordonstoun en 1967 y obtuvo resultados por encima de la media en sus O-levels de Lengua Inglesa, Literatura Inglesa, Historia, Latín y Francés y dos A-levels de Historia y Francés.
A continuación, estudió arqueología y antropología en la Universidad de Cambridge.
El príncipe estuvo en el centro de una controversia real durante su época escolar después de que bebiera un brandy de cereza en un hotel de la isla de Lewis. A la edad de 14 años, no tenía la edad legal para beber y también estaba prohibido que los alumnos de Gordonstoun bebieran alcohol.
El “Cherry Brandy Affair”, como se conoció en la prensa, fue motivo de escándalo en los titulares de prensa y llevó a que el futuro profesor recibiera una “fuerte reprimenda” por parte de su director.
Se ha dicho que Carlos no disfrutó de su estancia en Gordonstoun debido a la estricta enseñanza, pero Su Majestad ha refutado desde entonces tales afirmaciones.
Durante un discurso en la Cámara de los Lores en 1975, dijo: “Tengo la suerte de que creo que me enseñó mucho sobre mí mismo y sobre mis propias capacidades y discapacidades. Me enseñó a aceptar retos y a tomar la iniciativa”.
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