La estrella del pop turco Gulsen ha sido liberada de la cárcel pero ha sido puesta bajo arresto domiciliario mientras espera el juicio por cargos de “incitación al odio y la enemistad” en relación con una broma que hizo sobre las escuelas religiosas del país.
La cantante de 46 años, cuyo nombre completo es Gulsen Colakoglu, es descrita a menudo como la Madonna turca. Fue detenida el 25 de agosto después de que se hiciera viral en las redes sociales un vídeo de su broma a un miembro de la banda durante una actuación en abril.
En el vídeo, la cantante bromeaba diciendo que la “perversión” de uno de sus músicos se debía a que asistía a un colegio religioso.
Fue acusada por decir del miembro de la banda: “Asistió a las escuelas del Imán Hatip. De ahí viene la perversión”.
Aunque Gulsen emitió una disculpa por su comentario y dijo a los millones de personas que la siguen en las redes sociales que su intención no era causar daño ni división, los grupos religiosos la atacaron.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan asistió a una escuela de orientación religiosa Imam Hatip, al igual que muchos de sus asociados y pilares de la poderosa élite empresarial del país.
Aunque las escuelas se crearon originalmente para formar a los imanes, el gobierno de Erdogan ha aumentado el número de estas escuelas, ya que ha prometido criar una “generación piadosa”.
El tema de la perversión en las escuelas Imam Hatip es delicado porque han surgido varios escándalos de abusos sexuales en la red, que ha sido pródiga en fondos públicos bajo el reinado conservador de 20 años del Partido de la Justicia y el Desarrollo.
Tras su puesta en libertad, el abogado de la cantante, Emre Emek, se congratuló de que Gulsen “pasara la noche en su propia casa con su hijo”, pero añadió que también pediría su liberación del arresto domiciliario.
Es una figura emblemática del pop turco desde hace décadas, y es conocida por sus trajes reveladores, su sexualidad desenfrenada, sus extravagantes actuaciones en directo y sus coloridos vídeos musicales. Sus canciones son muy conocidas entre los turcos.
La cantante también se ha enfrentado anteriormente a las críticas de los conservadores islámicos por su apoyo a los derechos de los homosexuales y por desplegar una bandera del Orgullo en un concierto.
Su detención ha provocado la indignación de sus seguidores y de los turcos laicos opuestos a Erdogan.
“En ningún país del mundo hay una detención por algo así”, dijo un usuario en la plataforma de mensajería Eksi Sozluk. “Sólo ocurre en una república bananera”.
Información adicional de las agencias
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