Funcionarios federales estadounidenses revelaron que el número de armas que se introducen ilegalmente en Haití ha alcanzado niveles sin precedentes.
Las bandas de Haití han protagonizado brutales y violentos tiroteos que han dejado cientos de muertos en las últimas seis semanas.
La policía del país caribeño se quejó de que las armas introducidas de contrabando desde Estados Unidos les han dejado en desventaja frente a las bandas en un momento en el que ya les superan en número.
Durante una conferencia de prensa en Miami, el agente especial de las Investigaciones de Seguridad Nacional de EE.UU., Anthony Salisbury, dijo que “no sólo hemos visto un marcado aumento en el número de armas, sino un serio incremento en el calibre y el tipo de armas de fuego que se trafican ilegalmente.”
Según el Sr. Salisbury, el DHS tiene previsto aumentar sus esfuerzos para detener el contrabando de armas desde Estados Unidos hacia Haití.
Dijo que los puertos del sur de Florida eran a menudo el punto de partida de las armas que se envían fuera del país.
“En las manos equivocadas, estas armas son fácilmente capaces de causar víctimas masivas”, dijo el Sr. Salisbury.
La venta de armas pequeñas y munición a grupos haitianos no afiliados al gobierno fue prohibida por una votación del Consejo de Seguridad de la ONU a principios de este verano, pero no ha frenado el flujo de armas ilegales procedentes de Estados Unidos.
El Sr. Salisbury reveló que uno de los envíos de armas estaba disfrazado como un cargamento destinado a la “Iglesia Episcopal de Haití”.
La iglesia emitió un comunicado después de esa revelación diciendo que no esperaba ningún envío, especialmente de armas, pero un sacerdote de la denominación ha sido detenido en relación con la investigación de contrabando.
El contrabando de armas desde EE.UU. no es sólo un problema para Haití; México también se ha quejado de que las armas de EE.UU. están inundando el país y llegando a los brazos de los cárteles de la droga y otras bandas, alimentando más violencia en el país.
El gobierno mexicano calcula que cada año se introducen en el país más de medio millón de armas de contrabando procedentes de Estados Unidos. Las autoridades mexicanas han culpado a las laxas leyes de armas estadounidenses del flujo de armas de fuego a través de sus fronteras, y han llegado a demandar a los fabricantes de armas estadounidenses por alimentar la violencia en el país.
Hace dos años, el DHS y la Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos lanzaron la “Operación Sin Rastro” para acabar con el contrabando de armas fuera de Estados Unidos. Desde entonces, las agencias, junto con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de EE.UU., han puesto en marcha 534 investigaciones y han incautado 29 millones de dólares a los contrabandistas. Además del dinero, las agencias también han recogido 12.000 armas, 4.700 cargadores y 700.000 rondas de munición que se dirigían a México.
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