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Imran Khan ha prometido reanudar su marcha de protesta hacia Islamabad una vez que se haya recuperado de un aparente intento de asesinato en el que recibió un disparo en la pierna.
El ex primer ministro de Pakistán dijo desde el hospital de Lahore que dos hombres armados habían intentado matarlo en el ataque del jueves, que dejó un muerto y al menos 11 más heridos.
Había estado saludando a la multitud desde un camión a la cabeza de una marcha de protesta en la capital para presionar por unas elecciones anticipadas y la dimisión de su sucesor, Shehbaz Sharif.
“Haré un llamamiento para marchar sobre Islamabad cuando me mejore”, dijo Khan, sentado en una silla de ruedas y mostrando su pierna escayolada.
Sus partidarios salieron a las calles de las principales ciudades el viernes, bloqueando las principales carreteras y enfrentándose en algunos lugares con las fuerzas de seguridad.
En Lahore, grandes grupos de manifestantes quemaron neumáticos y bloquearon las principales carreteras.
Los partidarios dijeron que querían que la marcha sobre Islamabad continuara.
“No puede detenerse. La gente está muy enfadada, se intensificará”, dijo a Reuters Ansar Bashir, de 40 años, un simpatizante que presenció el tiroteo desde cerca, mientras sostenía una bandera del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) de Khan.
El vehículo en el que viajaba Khan permaneció aparcado en el lugar del tiroteo, una concurrida calle de Wazirabad, a unos 120 kilómetros al este de Islamabad. Algunas tiendas habían reabierto a primera hora del viernes, pero se respiraba un aire de aprensión.
“Esto ha dado mala fama a Wazirabad. Debería parar (las protestas), se perderán más vidas”, dijo Tahirul Qamar, un trabajador médico que había acudido al mercado.
La ministra de Sanidad de Punjab, la doctora Yasmeen Rashid, también miembro del PTI, dijo a Reuters que dos balas habían alcanzado a Khan en la espinilla y el muslo.
Según el portavoz del gobierno de Punjab y líder del PTI, Mussarat Jamshed Cheema, Khan ha exigido que la policía investigue al primer ministro Sharif, al ministro del Interior, Rana Sanaullah, y al oficial de inteligencia, el general de división Faisal, alegando que están detrás del ataque.
Khan y su partido no han presentado ninguna prueba que apoye esa acusación. Sharif y Sanaullah han condenado el atentado y niegan su participación.
El vídeo de un hombre detenido, presentado como el presunto tirador y diciendo que estaba motivado por razones religiosas para atacar a Khan, se reprodujo ampliamente en la televisión pakistaní, pero no se verificó su autenticidad.
El tiroteo trajo a la memoria cómo otra ex PM, Benazir Bhutto, fue asesinada durante un mitin en 2007.
Khan ha exigido la celebración de elecciones anticipadas desde que su gobierno fue destituido hace siete meses en una votación de confianza. Desde entonces ha hecho campaña contra la “injerencia” del ejército y de la agencia de inteligencia ISI, afirmando que “han socavado la democracia al instalar un gobierno títere”.
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