Una jueza libanesa congeló el lunes los activos de cinco de los mayores bancos del Líbano y los de sus consejos de administración, mientras investiga posibles transferencias de miles de millones de dólares a bordo durante el colapso económico del país.
La Agencia Nacional de Noticias, de carácter estatal, dijo que la decisión de la jueza Ghada Aoun, del tribunal del distrito de Monte Líbano, abarca bienes inmuebles, vehículos y acciones que los cinco bancos o sus directores poseen en otras empresas.
La medida se produjo días después de que Aoun impusiera la prohibición de viajar a los directores de los cinco bancos. Los canales de televisión locales dijeron que las prohibiciones de viajar eran una medida de precaución, ya que los auditores están investigando transferencias de los bancos por valor de 5.000 millones de dólares.
Los bancos libaneses han impuesto controles de capital informales desde que comenzó la crisis económica en octubre de 2019 tras décadas de corrupción y mala gestión por parte de la clase política del país. Desde entonces, la gente no tiene pleno acceso a sus ahorros y quienes retiran dinero en efectivo de sus cuentas en dólares obtienen un tipo de cambio muy inferior al del mercado negro.
En enero, Aoun también impuso la prohibición de viajar al gobernador del banco central del Líbano después de que una demanda por corrupción le acusara de malversación de fondos y abandono del deber durante la crisis.
Por otra parte, el primer ministro libanés, Najib Mikati, dijo el lunes que no se presentará como candidato al Parlamento en las elecciones del 15 de mayo, pero prometió seguir trabajando para sacar al Líbano de su agobiante crisis económica y financiera, que ha dejado en la pobreza a más del 75% de los 6 millones de habitantes del país, incluido un millón de refugiados sirios.
Otros dos destacados políticos musulmanes suníes, los ex primeros ministros Saad Hariri y Tammam Salam, también han dicho que no se presentarán como candidatos al Parlamento. El lunes se cerraron las puertas a la candidatura.
Los grupos de la oposición libanesa han luchado por formar un frente unido, mientras que el poderoso grupo militante Hezbolá se presentará en una lista conjunta con sus aliados, entre ellos el Movimiento Patriótico Libre del presidente Michel Aoun y el grupo Amal del presidente del Parlamento, Nabih Berri.
Hezbolá y sus aliados tienen la mayoría de los escaños en la legislatura de 128 miembros. Sus oponentes esperan privarles de la mayoría en la votación de mayo, aprovechando la ola de ira pública contra la clase política del país.
Según el acuerdo de reparto del poder en el Líbano, el primer ministro se elige entre los suníes del país. El presidente es cristiano y el presidente del parlamento es chiíta. Los escaños del Parlamento y del Gabinete se dividen a partes iguales entre musulmanes y cristianos.
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